A pocos días de entrar en el trimestre que constituye la recta final de la campaña, va siendo hora que aval en mano, los candidatos a gobernar el Departamento, empiecen a hablar de verdad acerca de los temas gruesos del Tolima.
Realmente desconozco si Ricardo, Rosmery o Mauricio sepan que en su gobierno deberán dar cristiana sepultura a la Fábrica de Licores del Tolima (FLT), que vive los que pueden ser sus últimos días, por cuenta de las decisiones que hace 18 años adoptó la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo como gobernador.
Con el carácter pendenciero que siempre ha caracterizado la vida pública del hoy Alcalde de Ibagué, carácter que contagia a todo su equipo, que termina viendo al resto de congéneres con mirada bacteriológica; se desató en el año 2001, un suceso que promete acabar con la existencia de la Fábrica de Licores. La historia es la siguiente:
Entrado mayo de 2001, la Fábrica hizo una invitación para contratar a quien comercializaría el aguardiente Tapa Roja en el Departamento del Tolima, proceso en el que participaron, por una parte, Representaciones Continental y por la otra la Unión Temporal Caesca y Licorsa.
El contrato de distribución se adjudicó por la administración departamental a Representaciones Continental, pese a que el otro participante oportunamente señaló diversas razones por las cuales dicha adjudicación era ilegal.
A pesar de lo advertido, la gerencia de la fábrica con ese tono tan particular de las organizaciones que lidera nuestro Alcalde, tiró la puerta por la cara a los proponentes privados del contrato, quienes no dudaron en demandar la adjudicación producida el 4 de julio de 2001.
En decisión del 4 de septiembre de 2016 la Sección Tercera del Consejo de Estado, sentenció, que la razón correspondió al consorcio a quien ilegalmente se privó del contrato, ya que la propuesta de Representaciones Continental debió ser rechazada y condenó a la Fábrica, a pagarle al consorcio demandante el monto total de los perjuicios causados.
Desde entonces, se adelanta ante el Tribunal Administrativo del Tolima el incidente de liquidación de la condena que deberá pagar la Fábrica de Licores que ya fue vencida en juicio.
Un dato interesante para las cuentas de los candidatos, es que la indemnización por perjuicios materiales, en la modalidad de lucro cesante, que contempla el dictamen aportado por la parte demandante, asciende a la friolera de $34.956.000.000, suma que no solo implicaría la liquidación de la fábrica, sino que originaría que las arcas de la administración departamental entren a responder por lo que no alcance a pagarse, es este el legado de Guillermo.