Cuando pensé escribir esta columna se me ocurrieron dos títulos que se diferenciaban en el verbo, aprovechar o acompañar, me decidí por el segundo. Entre aprovechar y acompañar hay una gran diferencia, acompañar requiere que participemos, que nos involucremos, aprovechar no requiere de mayor cosa de parte nuestra, tal vez solamente, hacer eso que se conoce en el mundo público como “gestionar” y que termina cuando se le bota la pelota al funcionario.
La llegada del tolimense Guillermo Alfonso Jaramillo al Ministerio de Salud es una gran oportunidad para el Tolima. Se puede estar de acuerdo o no con él en la forma de ver las cosas, en su ideología política y en su estilo de gobierno, sin embargo, lo que no se le puede negar a Jaramillo es su amor por esta tierra. Conocemos el gran sentimiento tolimensista del exgobernador y su deseo de ser ministro.
Por estos días está muy ocupado sacando adelante la reforma a la salud en el congreso de la República, la aprobación del proyecto en la comisión séptima de la Cámara de Representantes muestra su capacidad en ese complejo mundo de las relaciones del gobierno y el congreso. Recordemos que Jaramillo fue Senador de la República y conoce cómo funcionan las cosas. Es seguro que por estos días seguirá ocupado en esa tarea, al fin y al cabo, el presidente Petro lo llamó para eso.
Sin embargo, es muy probable que ya esté pensando y planeando su gestión para los próximos meses, y eso tiene que ver con sacar adelante los compromisos del Plan nacional de desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida”. Y es justamente en ese tema en donde los tolimenses tenemos que acompañar al ministro. Me refiero a los temas del ministerio de salud que tienen que ver con el Tolima.
Muchas veces nos preguntamos ¿por qué no se concretó tal o cual proyecto indicado en el Plan de desarrollo?, a mi juicio, porque siempre nos falta un tolimense con el poder político suficiente en el alto gobierno para concretar esas iniciativas. Jaramillo tiene esa capacidad.
Para el caso del Tolima, el plan nacional de desarrollo planteó invertir en seis grandes hospitales en diferentes municipios del departamento: Planadas, Villarrica, Melgar, Espinal, Ibagué, y del Norte del Tolima. También, fortalecer la infraestructura de los puestos de salud de los municipios y veredas. Sacar esa agenda es muy importante para todos los tolimenses.
Acompañar la gestión del ministro Jaramillo para que se concreten estos proyectos debería ser un gran propósito para la dirigencia política y gremial del Tolima. Desde ya, el gobierno departamental debe establecer el “estado de las cosas” para cada una de estas iniciativas, y a partir de sus realidades resolver favorablemente los requerimientos que la función pública demanda. Los gremios económicos, empresarios, y otros grupos de interés regional deben integrar los equipos de trabajo necesarios para impulsar las condiciones necesarias para alcanzar esta meta. No se puede perder tiempo.