La informalidad en Ibagué sigue siendo un tema que preocupa a muchos en la ciudad, también preocupa la invasión del espacio público de calles como la carrera tercera, o las plazas de mercado, o la milla de oro. No hace mucho tiempo el alcalde Hurtado anunció que tenía la fórmula para resolver el problema.
El 25 de febrero de 2021, con la presencia de la Vicepresidente Marta Lucia Ramírez, se anunció el plan piloto ‘Laboratorio social para la inclusión productiva’, a través del cual, se buscaba formalizar al comercio informal de la capital tolimense, brindando una mejor calidad de vida y más garantías para la reactivación económica segura de esta población. Se firmó un memorando de entendimiento.
El Alcalde sostuvo que con esta estrategia buscaba asociar a los informales, dependiendo del sector al que pertenezcan. Hurtado afirmó que “Lo que queremos nosotros con este laboratorio es buscar la formalización, además de recuperar el espacio público y, para garantizarle a los vendedores dignidad, empezamos la creación de espacios con los que podamos asociar y mejorar sus ventas”.
Se anunció que, durante 3 años, tiempo en el que durará el programa, se beneficiará a cerca de 4.000 micronegocios, incluidos los de mantenimiento de vehículos automotores y comercio al por menor.
De su parte, la Vicepresidente Marta Lucia señaló en esa oportunidad que: “Ibagué en el pasado era una potencia en la industria de la confección y de la moda, perdió esa capacidad tan grande, pero no ha perdido la infraestructura, y tenemos muchos micronegocios de gente que está en el negocio de la moda. Queremos hacer una transición definitiva de la informalidad a la formalidad, haciendo acompañamiento a estos micronegocios”. La verdad es que los talleres textiles informales siguen tal cual.
La Vicepresidente también afirmó que “La calle es un tránsito, tiene que ser algo temporal y si, poco a poco, nos vamos formalizando, también tenemos que ver cómo vamos educando nuestras finanzas, para ir contribuyendo a nuestra seguridad social, pensando en la vejez, cuando ya no tengamos la energía para pasar 12 horas al aire libre trabajando”. Veinte meses después, el problema de la informalidad sigue en Ibagué, los micronegocios siguen en la informalidad y las calles siguen estando invadidas por ventas ambulantes.
Cómo se ha vuelto a hablar del tema, vale la pena preguntarle a la secretaría de desarrollo económico qué pasó con el programa y si se brindó la capacitación y financiación prometida, cuantos micronegocios se asociaron y cuantos avanzaron en la asociatividad como alternativa de una economía colaborativa.