Actualmente, la inseguridad en Ibagué es un tema de preocupación generalizada. Las permanentes noticias, los videos en redes sociales, los informes de coyuntura de Ibagué cómo vamos, y la voz de la gente en los barrios y por los corrillos del centro sobre casos de hurtos a personas y establecimientos, han llevado a que la inseguridad sea uno de los temas que reclama de una mayor atención por parte de las autoridades locales.
En este portal se pueden observar diferentes notas sobre el tema, inclusive a finales de agosto del año pasado, yo mismo escribí una columna que se tituló "La inseguridad de Ibagué: de mal en peor". (Ver más: La inseguridad en Ibagué: de mal en peor)
La advertencia sobre lo que estaba pasando por aquellos días en temas de inseguridad era clara, como también lo que pasaría si no se atendía prontamente ese problema, al igual sobre qué hacer. Hoy, Ibagué no levanta cabeza en temas de inseguridad.
Justo ayer me reuní con la presidente de la Junta de Acción Comunal de un barrio de la comuna Cuatro, casi llorando me contó que en la mañana le habían robado el celular que le acababan de regalar sus hijos, ella llamó al comandante del cuadrante de la policia y allí terminó el tema.
En otra reunión, el domingo, un reconocido médico estético de la ciudad nos contó cómo le habían robado su celular, él llamó a un directivo de campaña de un candidato a la alcaldía del partido que eligió al actual alcalde y le dijo que eso le pasaba por sacar el celular en la calle. La inseguridad no discrimina sexo o estratos sociales, actualmente cualquiera en Ibagué puede ser victima de un delito de este tipo.
Otro caso, viralmente conocido en redes sociales y por los medios de comunicación, fue el asalto a un minimarket de un barrio popular en Ibagué, en donde unos jóvenes armados violentaron a los trabajadores del negocio y a los compradores allí presentes. La inseguridad ataca directamente a gente trabajadora y honrada. Me toca repetir lo que escribí en la columna mencionada hace un año: “La inseguridad en Ibagué, de mal en peor”.
Un hecho muy lamentable para la institucionalidad local fue la burla a carcajadas de delincuentes al momento del alcalde Hurtado de afirmar que Ibagué era una de las ciudades más seguras del país. Ya ni siquiera se respeta a la autoridad, los delincuentes saben que el sistema judicial es un chiste, que van a pasar un rato a un calabozo, y más pronto de lo que se espera estarán otra vez en la calle atracando e hiriendo a las personas.
Desafortunadamente, los distintos niveles de gobierno se lavan con mucha facilidad las manos y se descargan de sus responsabilidades, los alcaldes ya no se consideran los jefes de policía, aquella frase de que el alcalde será el primer policía de la ciudad sólo alcanza para ponerse una gorra membreteada.
Y si el tema se escala a nivel nacional, los mensajes enviados por el ministro de Defensa y el presidente Petro, por más que ellos genuinamente crean otra cosa, lo único que hacen es alentar a los delincuentes, están convencidos que delinquir paga.
En esta epoca electoral esperamos de los candidatos propuestas serías y realizables en el corto plazo, no puede ser solamente un eslogan de campaña, tiene que ser un compromiso serio.