Durante seis años de existencia, EL OLFATO ha sido un medio independiente y sus principales objetivos son controlar al poder, evitar sus abusos y contribuir con el desarrollo del departamento, sin importar el apellido que esté al mando en la Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué.
Esta explicación es necesario brindársela a nuestros lectores debido a una campaña de desprestigio que emprendió un sector afín al exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, grupo político que, al parecer, no le perdona a este medio de comunicación haber puesto al descubierto que su administración fue tan oscura en materia de contratación como la de su antecesor Luis H. Rodríguez.
La diferencia es que la administración del médico Jaramillo -hábil en campañas digitales- decoró la realidad con parques biosaludables y globos rojos en forma de corazón. Tantos parques como globos. Muchos globos.
No obstante, también es preciso señalar algo. Jaramillo es un señor decente en el manejo de los recursos públicos, pero terminó enredado por darle tanto ‘juego’ a ciertos personajes que están siendo investigados.
Precisamente, por esa mala selección de personal, Jaramillo terminó procesado por el polémico contrato del Alumbrado Navideño de 2016 -expediente que aún tiene muchos salpicados por mencionar-. La Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) tiene muchos secretos guardados que la Fiscalía pronto revelará. Y, no cabe duda, que el tráfico de influencias brilló tanto que la nómina de la Alcaldía de Ibagué fue utilizada para asegurarle el empleo a los sobrinos, hijos, nueras, yernos, primos, novias y esposas de la cúpula de la pasada administración y de algunos exconcejales oficialistas del periodo 2016- 2019.
A raíz de estos hechos, la ‘ciberbanda criminal’ creó perfiles falsos en redes sociales para desprestigiar a los críticos y a los rivales políticos del jaramillismo. El principal objetivo de esta organización ilegal es el barretismo, naturalmente.
Sin embargo, en la lista hay varios medios de comunicación y hasta una concejal de Ibagué, quien ha revelado que detrás de esta red digital hay unos exfuncionarios que salieron del gobierno de Jaramillo acusados de maltrato y hasta de acoso sexual a contratistas.
Esas personas han publicado, como gran ‘denuncia’, que los medios de comunicación de la región como Caracol Radio, Olímpica Stereo, El Nuevo Día, RCN Radio y otras empresas han celebrado contratos de publicidad con la Alcaldía de Ibagué, la Gobernación del Tolima, la Universidad del Tolima y demás entidades oficiales controladas por el grupo político de Óscar Barreto.
Esos contratos están publicados en el Secop y cualquier ciudadano puede acceder a estos procesos. Pero para ellos, un contrato de publicidad es sinónimo de corrupción, como si el exalcalde Jaramillo no hubiera hecho estas mismas inversiones durante los cuatro años de su mandato.
Incluso, en su primer año de gobierno, pautó en EL OLFATO y un colega publicó un artículo en el que nos relacionaba como uno de los “enmermelados” de Guillermo Alfonso.
Esa relación comercial estuvo vigente hasta diciembre de 2016, justo cuando denunciamos el irregular contrato del Alumbrado Navideño que lo tiene ad portas un juicio penal.
Este medio de comunicación subsistió los mandatos de Luis H. Rodríguez y Guillermo Alfonso Jaramillo sin publicidad oficial, porque -gracias a Dios- contamos con el respaldo de la empresa privada y de clientes nacionales que creen en este proyecto periodístico.
La independencia ha sido la constante, desde el año 2014. Teniendo publicidad de las administraciones de los exgobernadores Luis Carlos Delgado (Liberal jaramillista) y Óscar Barreto se hicieron denuncias, y ahí están las pruebas en nuestro archivo. Delgado y Barreto nunca presionaron para direccionar u ocultar la información, ni usaron la pauta para castigar a la prensa.
Lo mismo ha pasado en lo que va de los gobiernos Departamental y Municipal de Ricardo Orozco y Andrés Hurtado, respectivamente. Los opositores del barretismo, que no se ocultan a través de las redes sociales, han tenido voz en EL OLFATO. De eso dan fe los concejales Javier Mora y Rubén Darío Correa, y el excandidato a la Alcaldía de Ibagué Camilo Delgado.
Y, en cuanto a denuncias de los nuevos gobernantes, esta redacción cuestionó la licitación de más de $43.000 millones del Imdri, para la contratación de la obra del Coliseo Mayor, y dio a conocer -en detallelos procesos celebrados durante la emergencia del COVID-19 en la Gobernación del Tolima.
Para poner otro ejemplo. EL OLFATO tiene contratos con Celsia y Mercacentro, ambas empresas han tenido dificultades durante la pandemia y por esa relación comercial no se ocultaron los abusos de la tarifa de energía o del cierre de sus instalaciones por el brote de COVID-19.
Esta casa editorial, como todas las que hay en el mundo, vive de la publicidad. Eso está claro y no es un secreto. Pero los anunciantes, públicos y privados, saben que el contenido editorial no está a la venta.