El incendio de la calle 19 dejó no solo 269 desempleados y 45 establecimientos comerciales convertidos en cenizas. Dejó también en evidencia la falta de solidaridad de los ricos de Ibagué, de la mayoría de empresarios y de la dirigencia política.
Después de la emergencia, ningún empresario importante de la región hizo pública su intención de contribuir a la reactivación económica de ese puñado de pequeños comerciantes damnificados.
Todos pasaron como espectadores de una tragedia. Seguro vieron las imágenes que divulgaron los medios de comunicación, las comentarían en el Club Campestre mientras jugaban tenis o golf, o durante el desayuno del domingo.
La mayoría de políticos del Tolima brilló por su desinterés. La única que aportó fue la representante a la Cámara, Olga Beatriz González, quien entregó $20.000.000 a través de una de sus empresas.
Una suma similar donó la familia Alvarado, propietarios de la cadena de supermercados Mercacentro.
Otros ausentes fueron los nuevos ricos de Ibagué, Ricardo Orozco y Andrés Hurtado, quienes lograron un apabullante éxito económico después de sus periodos como Gobernador del Tolima y Alcalde de Ibagué, respectivamente. Ninguno hizo pública contribución alguna para las víctimas.
El poderoso senador Óscar Barreto, tal vez uno de los hombres más adinerados del departamento, tampoco apareció. Seguramente irá a la Plaza de la 21 en las próximas elecciones legislativas para pedir el voto por su sobrino Santiago, quien espera heredar la curul del tío rico.
Esa dirigencia empresarial y política del Tolima parece estar dedicada exclusivamente al enriquecimiento individual, a la contratación estatal y a los favores en entidades privadas que gestionan recursos públicos.
Esa es una de las grandes diferencias que tenemos los tolimenses con los paisas. Allá, los empresarios ricos, verdaderamente millonarios, son los primeros en dar ejemplo y aportan de su riqueza sin pensarlo dos veces. Por eso les va bien. Porque todo se devuelve.
Nota de cierre: Reconocemos el cuidadoso y oportuno cubrimiento de la Oficina de Comunicaciones de la Alcaldía de Ibagué durante y después del incendio de la calle 19. Su aporte fue fundamental para el trabajo de los medios locales.