Sin duda alguna esta es una época para que las marcas, empresas y hasta personas dediquen tiempo a reinventarse. Sin embargo es oportuno mencionar que no se debe caer en la desesperación, pues podemos causar el efecto contrario en la audiencia que ya de por sí está bastante saturada de noticias, ofertas, cifras y cientos de empresas que pasaron de lo físico a lo digital.
He notado que debido a la lucha de supervivencia económica que todos estamos atravesando, unos más fuerte que otros, las marcas, sean de productos o servicios, han volcado toda su artillería al manejo de redes sociales, la mayoría con total desconocimiento y otros tantos cayendo con ingenuidad en manos de “asesores” y “especialistas” que en ocasiones, sin pudor y misericordia alguna, se aprovechan de la situación.
Teniendo en cuenta lo dicho y basada en mi experiencia como emprendedora y profesional en comunicación y marketing digital, quiero decirles con toda la sinceridad del caso, que por favor no traguen entero y tengan siempre presente ese adagio popular que dice que: de eso tan bueno no dan tanto, pues la estrategia que le funcionó a fulanito no es precisamente la estrategia que le puede funcionar a usted. Así entonces, antes de contratar un “especialista en redes” o más allá de ponerse usted mismo a invertir en publicidad paga, deténgase a pensar con calma y serenidad si realmente eso es lo que le traerá mayores beneficios a su empresa o si por el contrario, primero debe organizar la casa antes de convocar la visita.
Ninguna persona es como un santo redentor que llega a llenarlo de milagros y a hacer que su caja registradora empiece a facturar rápidamente. Tampoco lo son Facebook, ni instagram, ni whatasapp. En el campo digital las cosas funcionan igual que en el campo físico. Si para posicionar un negocio se requiere de tiempo, para hacerlo con una cuenta en redes sociales, se requiere más que de seguidores y likes, de contenido de valor y ahí es donde está el talón de Aquiles de la mayoría, incluyendo los “asesores” que venden su asesoría - valga la redundancia - basados en aumentar las ventas y generar dividendos veloces sí y solo sí los contratan a ellos.
Antes de pensar de pasar de lo físico a lo digital, respóndase con sinceridad si verdaderamente su producto o servicio aplica para tal fin, o mejor aún cuál es la forma más correcta de dar ese salto, pues puede que las redes sociales no le sirvan para vender pero sí para que la gente sepa que usted existe y así lo contacte de manera personal. Todo es cuestión de buscarle la comba al palo.
Pero entonces, si definitivamente se arriesga por crear cuentas de su empresa en Facebook e instagram, quiero darle estos consejos. Primero para que no se deje engañar cuando lleguen a ofrecerle servicios de asesoría en marketing digital; segundo, porque manejar las cuentas empresariales nunca es igual a manejar las personales; tercero, porque el común denominador es copiar las estrategias de otros, dejando de lado que cada empresa es diferente y por ende tienen necesidades diferentes y a su vez, esto se verá reflejado en lo que posiblemente su audiencia o cliente quiera ver de usted. Cuarto, porque usted puede contratar al mejor asesor del mundo, pero sí usted como dueño no tiene claro qué quiere lograr, perderá su plata y de paso le hará perder tiempo a ese profesional.
Tips para la construcción de estrategias de marketing
Arranquemos por comprender que el principal objetivo de usar redes sociales no es vender y si lo es para usted, estará haciendo lo que hace “todo el mundo” y eso lo encasilla dentro de lo común y corriente y para tener éxito hay que romper el molde y marcar la diferencia. Eso será lo que lo hará indispensable para que tenga respuestas afirmativas cuando como empresario, emprendedor o persona usted se autopregunte ¿si desaparezco, alguien me extrañaría o me echaría de menos? Pues piense: si su producto o servicio, la gente lo encuentra fácilmente y sin ningún valor agregado en cada lado, entonces no tiene sentido que usted gaste dinero y tiempo haciendo más de lo mismo.
Partiendo del párrafo anterior, convénzanse que el dueño de la marca es usted. Yo por ejemplo podré saber mucho de estrategias de marketing, pero no tengo la más remota idea de qué fue lo que lo motivo a usted a hacer lo que hace ahora. Así que devuélvase al origen y haga una retro inspección de su trayectoria y de cuánto ha sido el camino que ha recorrido para estar dónde está. La seguridad que usted tiene en sí mismo, será la misma que le transmita a su marca, producto o servicio.
Defina un objetivo y póngase en los zapatos de sus clientes. Al crear empresa se debe tener claro un objetivo o propósito y este – repito- debe ir más allá de vender. Usted debe aportarle algo a las personas, así que por un instante pase de ser empresario a cliente y busque qué quisiera encontrar usted en eso que le ofrecen. El producto es lo de menos, lo que realmente se vende o se genera son sensaciones y experiencias al alrededor de algo. Céntrece en eso y piense siempre humanamente, no monetariamente, pues el marketing ahora es de persona a persona y si usted logra conectar emociones, tendrá publicidad gratis en redes mientras lo siga haciendo bien.
Enfóquese en lo diferente de su marca y cuente una historia. Eso es lo que hace que los demás lo prefieran a usted y no a la competencia. El mundo se mueve por emociones y más con la situación actual. Las personas antes de adquirir productos quieren conocer historias y personas detrás de esos productos. Eso sí, no se vaya a volver melodramático, se debe lograr conectar sentimientos pero no generar lastima. Y por favor – léalo en mayúscula y bien durito- CUENTE SIEMPRE LA VERDAD, SEA REAL. No hay nada que cause más repudio para un cliente, que los sentimientos que ocasionan las mentiras y el engaño, al recibir un producto o pagar por un servicio que no es ni medio parecido a lo que mostraron en la foto.
Empiece con los medios que tenga al alcance y elija cuáles de esos sí le sirven de verdad. Este no es un momento para gastar de más. Si usted tiene un punto físico y ahora está cerrado pero tiene bases de datos de sus clientes, llámelos y dígales que usted sigue estando ahí para solucionar sus necesidades, también pregúnteles qué esperan de usted ahora, hágalos participes positivamente de este momento. Si por el contrario, usted vendía por redes y ahora la gente no le está comprando, no importa, acá es donde entra en juego el contenido de valor, así que genere estrategias que le permitan hacer piezas para publicar, que no necesariamente ofrezcan productos sino por el contrario que brinden apoyo y cuenten historias de su marca. Eso que usted siembre ahora en la gente, será lo que reconocerán en un futuro. Eso sí, sea autentico.
Por último, y como sé perfectamente que encontrar la respuesta acertada a todas esas dudas o tips dados, es bien complejo cuando uno tiene la mente bloqueada o está preocupado por facturar, apóyese en muchos de los verdaderamente profesionales buenos y con experiencia en marketing, que están ahora aportándole a la economía dando asesorías gratis o cursos y talleres a muy bajo costo. Acá nos ayudamos entre todos y aunque nos cueste verlo, son muchos más los aspectos positivos que se pueden sacar de una crisis, que aquellos que nos derrumben y nos hagan desaparecer. Basta con dirigir la mirada y la energía hacia la búsqueda de soluciones y no hacia lo que acrecienta el problema.
Nota final: Si le gustó el artículo y considera que le puedo ayudar, escríbame. En redes estoy como @enlasa_te y mi correo es [email protected] ahora más que nunca pongo a su disposición la iniciativa que creé hace algún tiempo de hacer Marketing con Corazón.