“Cuando estemos en el futuro, lo que vivamos en ese momento, bueno o malo, se podrá explicar por las decisiones, acertadas o desacertadas, que hayamos tomado hoy. Esto quiere decir que lo que vaya a ocurrir en el futuro, dentro de cinco, diez o más años, se está decidiendo en el momento actual”. Esta frase es de Francisco José Mojica y hace parte de un Documento denominado “Introducción a la prospectiva estratégica para la competitividad empresarial”, del Centro de Pensamiento Estratégico y Prospectiva de la Universidad Externado de Colombia.
Ahora que estamos ad portas de una nueva campaña política y siguiendo la reflexión del profesor Mojica, nada mejor que nos devolvamos en el tiempo de Ibagué y citemos los Alcaldes desde 1995 a la fecha: Álvaro Ramírez, Carmen Inés Cruz, Jorge Tulio Rodríguez, Rubén Darío Rodríguez, Jesús María Botero, Luis H Rodríguez y Guillermo Alfonso Jaramillo. No recuerdo que uno de ellos haya marcado un hito en la historia reciente de esta ciudad. Lo que sí recuerdo de algunos de ellos es una estela de desaciertos, politiquería y corrupción como jamás se ha visto en esta ciudad. Y esto es algo que preocupa, porque no ha habido iniciativas ambiciosas que cambien la historia y nos lleven a nuevos escenarios de prosperidad y desarrollo.
Qué hacer? Propongo una cruzada ciudadana por el futuro. Los líderes y dirigentes políticos que sean capaces de construir colectivamente otro rumbo, los que convoquen los actores claves de esta ciudad, los que apoyen políticas para dar un uso eficiente a los recursos públicos, los que aprovechen las oportunidades que hay con el gobierno central, los que ejecuten una estrategia entre inversores, empresarios y municipo para atraer inversión nacional e internacional y quienes crean que su huella podrá quedar marcada en la historia si actúan con grandeza, con desprendimiento, con honestidad, sin egoismo y sin caprichos.
No hay duda que el atraso de Ibagué está en las mentes y en los corazones de sus dirigentes. Por qué unas ciudades han logrado desarrollarse y otras no? Una sombra de ignorancia política y de ceguera gremial y empresarial nos ha corroído en medio de este valle de las tristezas. También por nuestras ambiciones personales y por esa carencia de valores espirituales y de virtudes humanas.
Me contó el empresario Dairo Castilla que hace un tiempo se reunió con uno de estos alcaldes a proponerle que un grupo de quince comerciantes comprometerían recursos para la construcción de una Central de Abastos y Logística que permitiera cambiar ese vetusto modelo de las plazas de mercado, mejorar la movilidad en el centro de la ciudad, trasladar bodegas ubicadas entre las carreras primera y cuarta y generar nuevos empleos. La respuesta tajante de ese Alcalde era que eso ya lo tenía decidido a través de una app. Ese proyecto no se ejecutó. La iniciativa del cable aéreo -que ha mejorado la vida de miles de personas en ciudades como Manizales y ahora en Pereira-, aquí la hemos aplazado por falta de visión.
Y así vamos con todo. Por eso no sorprende que haya aspirantes de tan bajo perfil que se atreven a postularse para gobernar esta ciudad. La verdad, estamos cansados de lo mismo y es hora de cambiar.