Todos los años, durante el mes de octubre, se conmemora la lucha frente al cáncer de mama. Es considerado el ‘mes rosa’ y su principal objetivo es crear conciencia y sensibilizar a toda la población en general sobre la importancia de la detección temprana y de consultar oportunamente ante algún signo de alarma.
El cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres de Colombia, según estadísticas oficiales de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC). En el 2022 se diagnosticaron 17.018 casos nuevos. Por esta enfermedad fallecieron 4.752 mujeres, convirtiéndose en la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres en el país.
En cifras locales, en el último boletín del Grupo de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría Municipal de Salud de Ibagué se han reportado 118 casos hasta el momento, 6 % más respecto al mismo periodo de tiempo del año anterior.
Al tratarse de una enfermedad oncológica, o también denominada de alto costo, muchos pacientes han tenido que padecer un verdadero viacrucis para poder acceder de manera oportuna al sistema de salud, limitando de manera importante el inicio de su tratamiento en el menor tiempo posible.
El cáncer de mama, lamentablemente, no se puede prevenir. Se disminuye el riesgo, optando por llevar estilos de vida saludables como una alimentación balanceada rica en frutas y verduras, actividad física diaria, buen control de peso y restricción en el consumo de alcohol y cigarrillo.
Sin embargo, alrededor del 80 % de los casos que se presentan son espontáneos, es decir, sin ningún antecedente de importancia. Ser mujer se considera el factor de riesgo más importante para el desarrollo de esta enfermedad. Es por lo anterior que las dos únicas herramientas que tenemos hoy en día para poder mejorar la supervivencia global y el pronóstico son: detección temprana y tratamiento oportuno multidisciplinario.
La detección temprana se trata de responder oportunamente al síntoma que refieren las mujeres (solicitando la ecografía de mama o la mamografía según sea el caso), realizar un examen físico completo y tomar la conducta médica apropiada. Y si la mujer tiene 50 años y no tiene ningún síntoma se debe realizar la mamografía de tamización de manera rutinaria cada dos años. La estrategia anteriormente descrita puede ayudar a detectar el cáncer en sus etapas más iniciales y esto permite que en más del 95 % se curen de su enfermedad. ¿Cómo se logra lo anterior? Con un tratamiento oportuno integral.
Está documentado en diversos estudios de cohorte poblacionales que la fragmentación en la atención de los pacientes con cáncer de mama conlleva a una pérdida de la continuidad en el tratamiento, disminuyendo la eficiencia y la calidad de la atención; aumentando en un 33 % el riesgo de morir por cáncer de mama.
Lo ideal es acudir a instituciones oncológicas con profesionales de la salud, altamente calificados, con sus títulos validados en el Registro de Talento Humano en Salud (Rethus), competentes y que trabajen articuladamente y con la disponibilidad de la mejor tecnología para ofrecer un tratamiento optimo, oportuno y seguro.
En Ibagué, este servicio multidisciplinario solo lo ofrece una institución como CLINALTEC, donde su principal fortaleza es el manejo integral de los pacientes con cáncer y es considerada una clínica de referencia a nivel departamental y nacional.
Ante la incertidumbre con la transformación del sistema de salud, la liquidación de algunas EPS, la mora en la cartera en clínicas y hospitales, el cierre de convenios y traslados a otras IPS no especializadas en la atención del cáncer y saturación en la demanda, es importante e imprescindible velar por los derechos de los pacientes para que reciban un trato digno, oportuno y competente, eliminando así posibles barreras administrativas que pongan en peligro su vida. El cáncer no da espera. Es una lucha contra el reloj y el esfuerzo debe ser colectivo, sumando voces para que al unísono esto genere una verdadera acción transformadora y no se quede en el papel.