“Me identi…fico” la más reciente expresión de las tantas expresiones bochornosas a los que nos tiene acostumbrados el alcalde Andrés Fabian Hurtado, fue registrada el día de las consultas interpartidistas del pasado 13 de marzo.
Este tipo de hechos no son nuevos en Ibagué, para no ir tan lejos, solo debemos recordar la intervención en política del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo en el 2020 para beneficiar su candidato del momento Alberto Girón.
Pero vamos por partes, el que leyó el título de este artículo se preguntará ¿Qué tiene que ver el famoso filósofo Ludvig Wittgenstein con este episodio de la política Ibaguereña? Wittgenstein en su texto póstumo: Investigaciones Filosóficas le pone nombre a una práctica quizás tan vieja como los mismos lenguajes: los juegos del lenguaje, y los ilustra parafraseando un ejemplo de John Austin:
“El lenguaje debe servir a la comunicación de un albañil “A” con su ayudante “B”. “A” construye un edificio con piedras de construcción; hay cubos, pilares, losas y vigas. “B” tiene que pasarle las piedras y justamente en el orden en que “A” las necesita. A este fin se sirven de un lenguaje que consta de las palabras: «cubo», «pilar», «losa», «viga». “A” las grita, —“B” le lleva la piedra que ha aprendido a llevar a ese grito” (Wittgenstein, 2017)
En el ejemplo podemos ver que no es necesario que el albañil “A” diga: “pásame el cubo” para que el albañil “B” se lo pase, simplemente cuando el albañil “A” dice “cubo” en su juego del lenguaje el albañil “B” se lo pasa.
Hurtado manifestando una más de sus jugaditas, como las realizadas para dilatar su proceso sobre los piques ilegales en el aeropuerto, se le ocurre participar en política proponiendo un juego del lenguaje en el que espera que sus receptores mansamente entren, apoyen a Federico Gutiérrez, mientras él quede impoluto sin violar la ley.
Para pena de Hurtado, su expresión “Me identi…fico”, en vez de ser una genialidad criolla, muestra su profundo desespero y el desespero de los mismos con las mismas, quizás porque saben que la ciudadanía quiere cambio y que las prácticas clientelares esta vez no le van a ser suficientes para seguir atornillados en la casa de Nariño.
De hecho se ha visto una migración al Petrismo, y no por el cambio climático, de algunos especímenes de lo mas desagradable de la politiquería nacional y con la promesa de subir expresidentes a bordo, de los cuales a uno le han entregado para que escoja el nombre de la candidatura más ofrecida de la que tengamos memoria: la candidatura vicepresidencial de Petro.
Ojalá Fajardo pueda conquistar a la ciudadanía que no quiere que se eternicen las practicas señaladas del todo vale, sería bueno salir más temprano que tarde de la degradación de la política colombiana convertida hoy en un Reality Show más, en el cual los protagonistas al final de la temporada terminan siendo los exparticipantes reencauchados. En este caso los nefastos expresidentes, donde Federico Gutiérrez se encomienda a Uribe y Petro se encomienda a Cesar Gaviria.
Una escena que evidencia una posición “re…tibia” que raya en una tristona sumisión; mientras Fajardo por su lado, sin ninguna venia, y de manera digna y clara los despacha con la corta y contundente expresión: “Chao expresidentes”.