El gran reto de la participación efectiva de la mujer en política
La participación de la mujer en la política, especialmente en el tema de inscripción de candidatas a las listas, ha venido a ser un elemento clave ad portas de las elecciones a Congreso y Presidencia de la República.
Y es que no es un tema menor, en el que es importante que la ciudadanía se vincule y conozca cuál es la agenda programática para la mujer en los próximos 4 años, tanto para la representación en las curules de Senado y Cámara, como desde la Casa de Nariño.
Si bien la presencia de la mujer en corporaciones públicas de elección popular, ha venido aumentando en los últimos años, prácticamente gracias a las medidas legislativas que han obligado a los Partidos a inscribir un porcentaje mínimo de mujeres en sus listas, estos avances parecieran resultar insuficientes.
Estas disposiciones se atienden como una formalidad y no como un verdadero cambio de paradigma en la democracia interna de movimientos y partidos políticos.
Sin embargo, la paridad en las listas tiene como finalidad reconocer los liderazgos de las mujeres en sus comunidades, y cómo desde allí se puede fomentar una incidencia social y política en el marco democrático.
De manera tal, que los Partidos Políticos se interesen, identifiquen y vinculen a estos liderazgos en sus agendas programáticas; ofreciendo una verdadera oportunidad de participación efectiva en política.
Como pioneros de la fórmula de paridad denominado “El Sistema Cremallera” en Colombia (listas conformadas por pares alternados de hombres y mujeres) y convencidos que no solo es posible sino necesario que hombres y mujeres trabajen hombro a hombro en la búsqueda del desarrollo de las comunidades y el bien común.
Consideramos que la única manera de convertir el discurso de equidad en una realidad, es dando esas oportunidades reales de alcanzar esos escaños a mujeres que han dedicado sus vidas al servicio público en nuestro país.
En nuestro quehacer político hemos podido demostrar en estos 21 años, que es posible, desde la misma base fomentar e impulsar estos liderazgos.
Prueba de ello es que hemos sido reconocidos por organizaciones como el PNUD, en otorgar más de un 60% de participación en listas, logrando así hasta un 80% de participación efectiva, es decir, mujeres elegidas en cargos públicos.
Y seguimos dando ejemplo, con la reciente participación y elección de los Consejos de Juventud, logramos listas y candidatos electos, de los cuales más de la mitad son mujeres. y ahora le apostamos no solo a seguir con este compromiso en el Congreso con un 56% de mujeres en nuestra lista y con cabeza de lista mujer; sino hacia la más alta dignidad en nuestro país; le apostamos a tener a una mujer como Presidente de la República.
Es así que nos sumamos a este debate con resultados, invitando a la ciudadanía a ejercer ese voto crítico, sobre lo que realmente significa la participación efectiva de la mujer en política; recordando, asimismo, el compromiso que tenemos como ciudadanos de tomar una decisión informada en las urnas el próximo 13 de marzo.
Allí, no solo tendremos la oportunidad de decidir elegir un Congreso con más mujeres, sino también dentro de las consultas internas para la presidencia, apostarle a una mujer para liderar el rumbo de los próximos 4 años, decisivos en materia de reactivación económica, formalización, empleo y emprendimiento; como de la protección de las libertades fundamentales.