Cada día crece la conciencia que los seres humanos estamos afectando negativamente el medio ambiente, de tal manera que estamos amenazando seriamente nuestra propia existencia como especie. El cambio climático, acelerado dramáticamente por todas nuestras actividades, especialmente las productivas, es reconocido como la mayor amenaza de la humanidad, Ibagué no escapa a esto.
Por lo anterior es imperativo que la problemática ambiental sea relevante en todos los ejercicios de planificación de la gestión pública. Sin embargo encontramos en este plan graves falencias en cuanto a la política ambiental:
- No obstante que se nos presenta la Dimensión III Ibagué Ambiental y Ecosistémica, el Plan desconoce el concepto de dimensión ambiental, sustentado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible MADS y el Departamento Nacional de Planeación DNP; el cual nos invita a entender que la problemática ambiental es transversal a todas las dimensiones y sectores del desarrollo. Este Plan de Desarrollo solo mira lo Ambiental a la usanza de antaño como un simple sector, por lo cual solo le asigna el 1.2 % del presupuesto.
- Específicamente en el tema de lucha contra el cambio climático, el Plan de Desarrollo nos presenta metas referidas a estrategias de transferencia de tecnologías y de producción sostenible, sin ninguna orientación concreta sobre la forma como vamos a mitigar la emisión de gases efecto invernadero y vamos a lograr que la población ibaguereña se adapte a vivir y producir en las nuevas condiciones del cambio climático. Siendo este el principal problema de la humanidad, el cual no podemos eludir en Ibagué, su tratamiento debiera ser mucho más fuerte. El Plan de Gestión Integral de lucha contra el cambio climático, formulado recientemente por Cortolima en convenio con el MADS y la Gobernación del Tolima, nos orienta al respecto, pero no está siendo tenido en cuenta.
- Es tal el desdén como se está mirando la temática ambiental que el documento recae en afirmaciones falsas como que en Ibagué no se ha podido avanzar en Áreas Protegidas, desconociendo la existencia del Distrito de Conservación de Suelos de los Cerros del Norte de Ibagué (acuerdo 003 del concejo directivo de Cortolima del 15/04/16 con 8.397,37 hectáreas), la Reserva Forestal Protectora Alto Combeima (Acuerdo 006 de Cortolima del 23/05/14 con 7357 hect.) y de varias Reservas Naturales de la Sociedad civil, este error desenfoca la valoración del municipio hacia las áreas que son vitales para la conservación del recurso hídrico y de la biodiversidad y que deberían ser prioridad en la adquisición de predios y muchos otros programas. Otro error del plan se refiere al acuerdo 012 de 2017, acerca de la prohibición de la explotación de metales y de mediana y gran minería en el municipio, desconociendo que este acuerdo fue derogado por el tribunal administrativo del Tolima.
- El plan de desarrollo en el tema de Agua Potable y Saneamiento Básico presenta como metas el avance de la construcción del Acueducto Complementario de Ibagué, lo cual es acertado pues este proyecto constituye un aporte muy valioso en la provisión de agua potable para la ciudad, especialmente para las comunas 12 y 13. Así mismo considero importante apoyar técnica y financieramente los acueductos comunitarios, buscando que cumplan su función en condiciones de continuidad y calidad, de los cuales se sirven miles de Ibaguereños que en este momento consumen agua no potable.
Hablando de saneamiento básico nos propone como metas: la actualización del plan maestro de alcantarillado, la reposición de 10.000 metros lineales de redes y estudios y diseños para la construcción de PTAR; para el cumplimiento de esta última meta, ya está en curso un convenio entre Cortolima y el Ibal (Convenio 467 de 2017) que deberá entregar resultados este año, lo preocupante es que no haya una meta para la construcción de la PTAR, pues los diseños por si solos no resuelven nada, por ello resulta muy incoherente el propósito de pasar del 13% al 20% el porcentaje de agua residuales tratadas sino vamos a construir ninguna PTAR.
En este tema de saneamiento básico sería importante que la Alcaldía tuviera en cuenta los resultados de los estudios de la cuenca del río Chípalo y sus tributarios que se realizarán por cuenta del convenio entre Cortolima, la Alcaldía y el Ibal (convenio 369 del 29 de junio de 2019 por $2.573 Millones), el cual entregará los estudios y diseños para descontaminar el río, para el manejo de riesgo y la determinación de la ronda hídrica que deberá ser protegida en función de la preservación del afluente.
- El Plan de Desarrollo propuesto por la alcaldía desconoce los avances de la política ambiental para Ibagué y por lo tanto no asume la necesaria articulación de sus postulados ambientales con los planes de manejo ambiental de esas áreas protegidas, con los planes de ordenación y manejo de las cuencas hidrográficas de los ríos Coello y Totare (POMCAS), con el Plan de Gestión Integral de Cambio Climático “La ruta Dulima” (Ordenanza No. 014 de 2019), con la Política Pública de Educación Ambiental del Tolima (Ordenanza No. 024 de 2013) y omite, incluso, su relación con el POT de Ibagué (Decreto No.1000 – 0823 de 2014), cuyo programa de ejecución para este segundo cuatrienio deberá articularse con el Plan Plurianual de inversiones de este Plan de Desarrollo.
En estas condiciones la Dimensión III. Ibagué Ambiental y Ecosistémica logra ser apenas un recetario de frases sin coherencia con la realidad ambiental regional.