Noticias falsas: la importancia de masticar con calma la información
Siempre hemos escuchado recomendaciones sobre comer despacio, con tranquilidad, masticar varias veces los alimentos y evitar atragantarnos; en la actualidad la misma recomendación aplica frente a la información (especialmente con las noticias) que se lee en las redes sociales: léala con calma, desmenúcela, revise cada bocado, verifique la fuente, los ingredientes y no se atragante por el afán de compartir cosas que no se corresponden con la realidad.
Es un hecho que la humanidad ha visto alteradas sus dinámicas en las últimas décadas con la aparición de nuevos canales de comunicación que cobran protagonismo como internet y las redes sociales. En nuestro país, según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, se ha registrado un crecimiento exponencial del número de usuarios registrados en las redes sociales en los últimos años. Es decir, pasamos en pocos años de cientos a miles, y luego a millones de consumidores.
La importancia de las redes sociales en nuestra vida diaria es tanta que, según un estudio adelantado en 2017 por el Centro de Investigación de las Telecomunicaciones (Cintel), la actividad que más realizan los colombianos en la web es el uso de las redes sociales, con una participación de 88 %; a ella le sigue la utilización de chat (86 %), mensajes (79 %) y compartir imágenes y videos (78 %). A su turno, la organización de investigación de mercadeo por internet, ComScore, en su informe de 2018 señaló que en nuestro país la cifra de usuarios de redes sociales, blogs y otros canales digitales continua en ascenso. Tanto así que para el primer trimestre de 2019 Facebook anunció que en Colombia existen más de 32 millones de usuarios activos, siendo el 3º país con más usuarios en América Latina y el 14º a nivel mundial.
Y aunque inicialmente las redes sociales nos permitieron establecer o actualizar vínculos sociales, con el paso del tiempo y gracias a su inmediatez también permitieron ser usadas como un canal para informar y ser informados, compartir noticias y opinar sobre las mismas. El problema es que con tanta gente navegando en la red y con el alto tráfico de información, aparecieron nuevos fenómenos a los que se debe prestar atención, como las noticias falsas (o fake news en inglés). Este tipo de noticias son información errónea o engañosa, la cual es elaborada como una trampa para tergiversar o distorsionar intencionalmente una realidad, y así obtener beneficios de diferente clase.
Si los colombianos consumimos a diario redes sociales, gastamos gran parte de nuestro tiempo navegando en éstas y en ellas pululan las noticias falsas, estamos en peligro. Si somos alimentados por información falsa que muchos comparten de manera irresponsable, si con una lectura rápida de ciertos titulares nos damos por informados, si asumimos posiciones sobre temas que nacen de la desinformación y elaboramos juicios de valor, estamos en peligro. Peor aún, si a raíz de estas noticias falsas nos enzarzamos en debates eternos con altos contenidos morales y éticos, si utilizamos un lenguaje agresivo, nos volvemos abogados y jueces pero sin fundamentos facticos ni jurídicos, podemos estar en grave riesgo.
Por eso no olvide mantener la calma, masticar de manera crítica la información que ve en las redes sociales. Las noticias falsas se pueden reconocer, por ejemplo, usted está frente a una noticia falsa cuando el contenido es inventado, es decir, parcial o completamente falso; cuando el contenido ha sido manipulado, cambiando o alterando información o imágenes originales; cuando existe suplantación de las fuentes, cuando se presentan como hechos ciertos simples comentarios, o como verdaderos cosas o situaciones pendientes de verificación. En la información como en la comida hay que saber seleccionar los productos, los proveedores, la forma y el lugar donde se consumen.
Se debe celebrar que cada vez más personas puedan tener acceso a la información, que el conocimiento ya no sea algo cerrado o exclusivo de ciertos grupos, que no necesitemos semanas, días u horas para conocer lo que ocurre. Debemos alegrarnos de que más personas estén conectadas, que las cifras muestren un avance en esta materia, pero sin olvidar que la información es poder, y por ende “conlleva una gran responsabilidad”. No permitamos que el poder que tiene la transmisión de información en las redes sociales sea negativo y termine causando daños a otros.
Antes de compartir cualquier información en las redes sociales verifique la fuente, la fecha y el tipo de información (opinión, investigación, etc.), mastíquela, repásela, digiérala y no permita que usted u otros se atoren con mentiras.