Que 11,7 millones de colombianos votaran en la Consulta Anticorrupción, casi todos ellos por el sí –¡más que los que eligieron de Presidente a Iván Duque!–, muestra su rotundo éxito a pesar de no superarse el umbral. Quién lo creyera: ¡una derrota legal convertida en un gran triunfo político!, hasta el punto de que ya se inició la lucha para lograr que el Congreso convierta en leyes las famosas siete preguntas. Y este triunfo es mayor si se recuerdan las duras circunstancias en las que se dio, con lo que se comprueba que en Colombia sí están pasando cosas difíciles de creer, en razón de que las gentes están mamadas de los mismos con las mismas y las redes acabaron con el monopolio de las comunicaciones.
La campaña a votar #7VecesSí se hizo literalmente con las uñas, con escasísimos recursos económicos y sin coacción a los electores, como no se había visto en ninguna elección en la historia del país, caracterizadas por corruptelas y vagabunderías. Muy digno de resaltar es que miles y miles de colombianos de todas las condiciones trabajaran como voluntarios a favor de la Consulta, acción política que no se origina en intereses mezquinos sino pensando en lo mejor para el país.
El triunfo de la Consulta Anticorrupción también se agiganta porque implicó derrotar a todo el rancio poder político nacional, que la saboteó, abierta o solapadamente, con unas excepciones. Pastrana, Gaviria y Vargas Lleras no hicieron nada a su favor e igual ocurrió con los partidos Liberal, Conservador, U y Cambio Radical, fichas del Frente Nacional duquista. Mención aparte merecen las vivezas en contra de la Consulta de Iván Duque y su partido, como se verá, hoy de cínicos apropiándose del fenómeno del 26 de agosto.
Cuando el 5 de junio, por unanimidad, el Senado aprobó la Consulta Anticorrupción –incluido que el Estado pagara sus costos, así lo oculten–, sobraron los discursos a favor. Dense el gusto de ver y oír al senador Uribe Vélez: https://bit.ly/2PqBbLY. Y lo mismo dijo Iván Duque, en esos días dedicado a engatusar en su campaña presidencial. Por tanto, la feroz campaña en contra de la Consulta del jefe del Centro Democrático y de su gente empezó con una reculada, voltereta que les facilitó el Presidente Duque, a quien tampoco le convenía políticamente que la Consulta sacara la votación que sacó y menos que obtuviera el umbral, daño que sí lograron.
Los siguientes hechos demuestran que Duque, Uribe y sus partidarios sí actuaron de acuerdo contra la Consulta. 1. El 7 de agosto, un video de Noticias Uno mostró que era falso el respaldo del Centro Democrático a la Consulta Anticorrupción. 2. Al otro día en la mañana, ¡qué casualidad!, Duque, a través de su ministra del Interior, con unos proyectos de ley, les tiró a sus conmilitones unos salvavidas para la denuncia de Noticias Uno. 3. Y esa misma tarde, el senador Uribe Vélez utilizó dichos proyectos para correrse de su promesa de dos meses atrás, alegando sin razón que con las leyes de Duque la Consulta sobraba, con lo que le dio inicio a una agresiva campaña de falacias para que no se saliera a votar el 26 de agosto, buscando convertir la votación en un fracaso. Se equivoca entonces quien crea que Duque sí respaldó de verdad la Consulta porque soltó un par de frasecillas que ocultaran estas verdades.
Y una vez confirmada la derrota del Frente Nacional duquista, Duque, dedicado al engaño de “desuribizarse” pero de mentiras cuando le toca, salió a la televisión a apropiarse del triunfo de quienes lo derrotamos, a lo que también se ha dedicado después. Es notorio que lo que busca es fortalecerse políticamente, para mejor golpear a los colombianos con la horrorosa reforma tributaria que, por encargo suyo, prepara el ministro Carrasquilla.
Coletilla 1: Muy mal cayó que la reducción de los sueldos de los Congresistas informada por la reunión de la Casa de Nariño, a la que decliné asistir, no sea inmediata, como decía la Consulta Anticorrupción, sino diferida a lo largo de los años. Va a ser dura la lucha por impedir que la mayoría del Congreso convierta en letra muerta las leyes anticorrupción. Coletilla 2: Propondremos en el Congreso una ley que persiga la corrupción en el sistema tributario, el cual facilita los mayores robos al erario, en especial en los llamados paraísos fiscales, en verdad infiernos desde donde se destruye a Colombia.