La democracia da para todo. Eso se escucha decir con frecuencia en los mentideros políticos o en los tertuliaderos de los pensionados, círculo al que hice me ingreso -claro-, con una muy modesta pensión producto de lo que el mesías del ubérrimo creó con los fondos privados. Pero el asunto no es mi pensión sino es saber qué pasó con los votos que los tolimenses depositamos en las elecciones parlamentarias del 2014.
Dónde están esos caudillos que nos anunciaban cambios y progreso, una mejor calidad de vida pero sobre todo, pregonaban que nuestro Departamento sentiría el paso arrollador de las locomotoras del presidente Santos. Pero pasaron cuatro años y, como siempre ha ocurrido, no pasó nada, absolutamente nada.
Analicemos los congresistas “foráneos” que obtuvieron votos en el Tolima.
La circunscripción electoral nacional, creada por constituyente del 91, abolió la representación y los cupos por departamento para el Senado de la República.
Gracias a eso, los aspirantes a esa célula legislativa pueda hacer proselitismo político en todo el territorio nacional y bajo esta premisa en cada época electoral aparecen -por arte de magia- ilustres desconocidos que bajo el amparo de los partidos políticos que nos atosigan con regalos, promesas, tamales, lechona, mercados y dinero, mucho dinero para sus pregoneros y líderes circunstanciales, que prometen lo divino y lo humano.
Las elecciones pasadas para no ir tan lejos, la democracia permitió que Horacio Serpa tuviera en el Tolima 2039 votos. Sigifredo López 877, Rodrigo Villalba 3356, y Roberto Ortiz 2211, para nombrar algunos del Partido Liberal.
Entre tanto, los conservadores del Tolima le entregaron a Efraín Cepeda 6.466 votos conservadores, Hernán Andrade 16.512, Juan Manuel Corzo 830, Carlos Ramiro Chavarro 4.680 y Samy Merheg Marun 11.496.
Por su parte, el partido de la “U”, de don Juan Manuel Santos, recogió a través de Jorge Eduardo Gechen 7.760 voticos y para Armando Benedetti 1.599.
El Centro Democrático en lista cerrada obtuvo 85.982 y el Mira 13.697. Algunos dirán: ¿Cuál es el problema si la democracia, como dije antes, da para todo? El problema mis queridos coterráneos, es que a ninguno de los anteriores, se le conoce gestión alguna en beneficio de nuestro departamento. Así de sencillo.
La lista es larga, quise resaltar a los que tiene trayectoria política y que no deberían tener excusas frente al reclamo del elector pero ante la inactividad de gestión y lo paupérrimo de sus resultados algunos nos anuncian que lo que no pudieron hacer ellos por nosotros, lo harán sus familiares, caso Hernán Andrade u Horacio Serpa.
O que quizá requerirán otra universidad para saciar lo insaciable en materia de burocracia, caso Samy Merherg. O como Gechen, que convierte la Procuraduría en su escalón. Caso aparte, merecen los honorables senadores del Centro Democrático, que por estar apoyando a su jefe en todas las peleas que caza, no tienen tiempo para dedicarle a esta tierra que les entrego más de 85 mil votos.
Dado que ya se inició la campaña política -así el calendario electoral indique lo contrario-, sería bueno que los tolimenses reflexionemos un poco, si de verdad nuestros votos seguirán siendo exportados a fortalecer la participación representativa en el Senado de la República de otros territorios o hacemos causa común y elegimos nuestros dignos representantes, para que después no estemos llorando sobre la leche derramada, como ocurrió cuando perdió su curul el fallecido exsenador Juan Mario Laserna.
Pero claro, y eso no se puede ocultar, nuestros aspirantes al Senado de la República deben dar muestras de grandeza y compromiso con el Tolima y no limitarse a simple condecoraciones y que tengamos en cuenta que: "Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo", como lo dijo Abraham Lincon.