Concluyen varios meses de campañas políticas que solo dejaron más odio, polarización y enemistad entre los colombianos. Unas elecciones que, en vez de unir más a las familias, amistades y compañeros, lograron el efecto contrario.
Finalizó un proceso electoral en el que cada orilla —cual de todas más extrema— se dedicaba más a exponer y evidenciar los defectos y errores del contrincante en vez de resaltar los valores, virtudes y propuestas de su candidato.
Me atrevo a decir que, como yo, muchos quedamos hastiados de esta tediosa contienda, plagada de noticias falsas e información tóxica, que poco o nada nos enseñó cómo son estas personas —los candidatos— como individuos íntegros, miembros de una familia y su educación en valores, algo en lo que yo, definitivamente, me fijo mucho a la hora de darle mi voto a alguien.
Para mi persona, el voto va más allá de representar nuestra soberanía en este mecanismo de participación ciudadana. Es mucho más que apoyar las propuestas o las ideas de alguien. El voto responsable y a conciencia es, sin duda, un reflejo de toda nuestra esencia, de lo que somos, lo que tenemos y lo que nos identifica como persona. ¿Lo habías visto así?
Esto fue lo que deposité en la urna con mi voto:
Libertad: lo más valioso que tenemos. Mi plena autonomía moral, mi voluntad.
Conciencia: me comprometí responsablemente a dar mi voto respaldado por mis convicciones y creencias. El bienestar colectivo primó sobre el bien individual al no vender mi voto por una recompensa inmediata o un favor posterior.
Patriotismo: mi compromiso y el amor por mi país, Colombia.
Familia: mi voto, mi decisión, refleja toda la educación y formación en valores y virtudes que recibí de mi familia: lealtad, responsabilidad, transparencia y honestidad.
Descubre el valor del Amor
Principios: con mi voto consigné el conjunto de normas, valores y disciplina que rigen mi vida.
Responsabilidad social: cumplir con mis obligaciones ciudadanas, sociales y familiares, contribuir con mis acciones para tener un país más justo y equitativo.
Amor: como elemento fundamental que mueve a un ser humano a entregar lo mejor a quien ama, en este caso a nuestro país y al prójimo.
¿Eres consciente de haber dado tu voto por la persona idónea y responsable para liderar nuestro país, tu futuro y el de todos, aun sabiendo que dejaste en tu decisión toda la esencia de tu ser?
Recorderis: Las acciones diarias individuales, sumadas a las de los demás, es lo que construye país, es lo que erige o destruye a una sociedad.