Comida cara y empleo escaso: nubes negras sobre los ibaguereños
En este comienzo de año, empiezan a hacerse los balances de lo ocurrido el año anterior y las perspectivas para el presente. Y, para las golpeadas economías familiares de los ibaguereños, así como en general para el conjunto del país, el escenario no es el mejor. Preocupa el comportamiento económico en 2022 para Ibagué, si tenemos en cuenta lo ocurrido en 2021.
En especial, lo relacionado con la evolución de la inflación y el desempleo. El año pasado, la inflación en Colombia se ubicó en 5.62%, mientras que en Ibagué fue 5.79%, es decir, en la ciudad musical los precios crecieron un poco más de un punto porcentual por encima del promedio nacional.
A eso se suma que, al observar el comportamiento de la inflación por tipos de bienes, encontramos que la inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 17.23% para el promedio nacional en tanto que, en Ibagué, los precios de los alimentos y bebidas crecieron 19.37%, es decir dos puntos porcentuales más que el promedio nacional.
En suma: la comida en Colombia se encareció, y en Ibagué se encareció aún más.
Lo anterior preocupa porque los factores internacionales que explican el fenómeno inflacionario continúan vigentes, entre ellos los problemas en la cadena de suministros.
De hecho, recientemente las autoridades económicas de Estados Unidos señalaron que la inflación seguirá creciendo este año y, como respuesta, la Reserva Federal -el Banco Central de ese país- anunció su disposición a enfrentar este incremento, lo cual significa que seguramente la tasa de interés en los Estados Unidos seguirá subiendo, pues hoy por hoy el aumento de la tasa de interés es el instrumento preferido de las autoridades cuando de frenar la dinámica inflacionaria se trata.
Esta decisión en el país del norte tendrá implicaciones globales, a las cuales el país no podrá escapar.
Particularmente, esto traerá como consecuencia que el dólar se devalúe, es decir, que sea necesario dar más pesos para comprar una unidad de la moneda norteamericana. Dado que buena parte de la canasta de bienes de consumo en Colombia está compuesta por productos importados –gracias a los mal llamados “tratados de Libre Comercio” que inundaron de productos importados a la economía interna- esto se puede traducir en un nuevo incremento de la inflación este año por encima de la meta propuesta por el Banco de la República.
Por supuesto, Ibagué podría verse más afectada de lo que ya lo fue en el año anterior, en especial teniendo en cuenta que, sumado al incremento en los precios, el empleo no se ha recuperado a un ritmo adecuado; seguimos con una tasa de desempleo muy alta y con serios problemas para generar empleo formal, lo cual augura un panorama en el que muchas familias ibaguereñas no tengan ingresos suficientes para afrontar la carestía.
En resumen, no hay trabajo y la comida está más cara. Este es el peor de los escenarios.
¿Cómo afrontó la gente el aumento en el precio de la comida? ¿Qué dejaron de consumir? Los rubros que presentaron una variación negativa de la inflación pueden indicar qué dejaron de consumir los colombianos e ibaguereños para afrontar la carestía de alimentos: prendas de vestir y calzado tuvo una variación de precios negativa de -0.41% en el promedio nacional mientras que en Ibagué fue de -2.40.
De otro lado, el sector de información y comunicación tuvo una variación negativa nacional de -0.01% mientras que en Ibagué fue también negativa y se ubicó en -0.04%.
Además, la variación del sector de matrícula en carreras técnicas, tecnológicas y universitarias fue negativa, de -6.56%.
Es decir, para afrontar el incremento en el precio de la comida, la gente dejó de comprar ropa, dejó de acceder a tecnología de comunicación (computadores, celulares, etc) y dejó de estudiar.
Las consecuencias sobre la desigualdad, la calidad de vida y las posibilidades de bienestar económico, en especial para los más pobres, son notorias. En esta columna apenas se describe tangencialmente lo que muchas familias ibaguereñas y colombianas están viviendo en estos momentos.