El Gobierno del Cambio está llegando a los territorios para transformar la realidad social de las comunidades y, por supuesto, Ibagué no es la excepción. En un gesto noble y sin sesgos políticos, el presidente Gustavo Petro le entregó a los ibaguereños 89 equipos básicos de salud que visitarán todos los barrios y veredas de la capital tolimense.
Por primera vez en muchos años, los ibaguereños e ibaguereñas más necesitados volverán a contar con atención médica preventiva domiciliaria. Serán cerca de 600 profesionales de la salud quienes estarán recorriendo cada rincón de nuestro municipio, tanto en el área urbana como en los 17 corregimientos.
Para esto, el Ministerio de Salud transfirió a la Unidad de Salud de Ibagué alrededor de $9.000 millones. Con estos recursos, dicha entidad deberá contratar a los profesionales y especialistas que se encargarán de promover hábitos y estilos de vida saludable, y de brindar atención oportuna para evitar complicaciones de salud en nuestra población.
En un país donde las desigualdades en el acceso a la salud son evidentes, especialmente en áreas rurales y semiurbanas, la decisión del Gobierno Nacional de centrar recursos en Ibagué es una manifestación de justicia social y una clara señal de que el bienestar de la población es una prioridad.
No obstante, conociendo las viejas prácticas del “hurtadismo”, es fundamental que los ibaguereños hagamos una estricta veeduría de estos dineros para garantizar que sean invertidos de manera adecuada, y que no se conviertan en una oportunidad para el nepotismo, la burocracia y la politiquería de quienes gobiernan nuestra ciudad.
Ahora bien, esta gestión de nuestro presidente Petro es una respuesta contundente a personas malintencionadas como la representante Martha Alfonso, electa con votos del progresismo y ahora, de buenas a primeras, crítica del Gobierno del Cambio, quien en reiteradas ocasiones ha manifestado que “al Tolima le ha ido muy mal con el Gobierno”.
Sin duda, este regalo para Ibagué demuestra que nuestro Presidente está gobernando para todos, sin distinción de colores o partidos políticos, muy diferente a como ocurrió en el pasado. Ahora, solo nos resta vigilar estas inversiones para evitar que las manos oscuras nos sigan robando nuestros sueños de tener una Ibagué más digna y humana.