Radiografía de Ibagué: actividad productiva y económica, una mirada preliminar al 2023
Ibagué, la capital del Tolima, es una ciudad pujante con un potencial económico notable. Sin embargo, ha carecido de un seguimiento económico detallado que permita evaluar su dinámica mes a mes. En esta columna presento una propuesta de indicadores que reflejan la realidad económica de Ibagué en el año 2023, ofreciendo una perspectiva más amplia de su desarrollo.
El primer indicador es el gasto energético mensual, el cual es presentado en términos de variación. Este puede ser considerado un reflejo o proxy de la actividad económica: un mayor gasto implica una mayor actividad productiva.
Para Ibagué, se observa una variación positiva a lo largo del año, en promedio un crecimiento de 1.6% mensual, destacándose especialmente en junio (variación del 7.3% con respecto mayo), coincidiendo con la celebración del Festival Folclórico Colombiano y una temporada alta de gasto debido al pago de la prima. Asimismo, los meses de agosto y septiembre muestran un aumento en la actividad económica, evidenciando el dinamismo de la ciudad.
Sin embargo, este indicador por sí solo no ofrece una comprensión completa de la economía ibaguereña. Por ello, se añade la variación de los ocupados en la ciudad. Al analizar los datos, se aprecia que el gasto energético y la cantidad de ocupados presentan una correlación directamente proporcional: al aumentar la ocupación, crece el gasto energético. Esto sugiere que el gasto energético puede ser de hecho un indicador fiable de la productividad de la ciudad.
Finalmente, para entender cómo la variación en la actividad económica se traduce en términos de crecimiento y desarrollo, se introduce la variación del ingreso de los ocupados. El análisis revela una relación inversamente proporcional: cuando hay variación positiva en la actividad económica (más ocupados y más gasto energético), se observa una variación negativa en el ingreso de los ocupados.
Esto indica que, aunque hay un desarrollo productivo en temporadas especiales como junio, la ocupación generada es de bajo nivel remunerativo. Se evidencia, por tanto, que el crecimiento productivo de Ibagué no se ha traducido en un desarrollo social paralelo.
En conclusión, estos indicadores, aunque preliminares, proporcionan una fotografía del año 2023 que invita a una reflexión más profunda sobre el tipo de desarrollo que está presentando Ibagué (aumenta la productividad, pero no el ingreso).
La ciudad está creciendo y se está volviendo más productiva, pero es imperativo que dicho crecimiento vaya acompañado de un aumento en la calidad de vida de sus ciudadanos, reflejado en un mejor ingreso para los trabajadores. Esto requerirá de políticas públicas bien orientadas que aseguren que el progreso económico presente un aumento en el ingreso de los ocupados y por ende en el gasto.
Desde Market Lab estamos trabajando para presentar a la ciudad y al departamento información que permita entender más sus dinámicas con el fin de mejorar la toma de decisiones y diseño de estrategias.