Conocer a una persona que posiblemente será una más en tu lista o que quizá se convierta en la mejor de las oportunidades que has tenido con alguien, depende por completo de la primera cita.
Ese encuentro es crucial para saber si se desfigura por completo la imagen que tenías del otro y simplemente decides no volver a responder ni un “hola” por whatsapp.
Por esto es que hoy desde mi perspectiva de mujer liberada, con la experiencia de solterías bien prolongadas y con las suficientes “primeras citas”, escribo para ustedes lo que NO se debe hacer en una primera cita, tanto por parte de los hombres como de las mujeres.
Aclaro que no se tiene un encuentro de este tipo, si tan sólo llevan una o dos conversaciones previas.
Hombres:
· No sean intensos ni sofocantes buscando la cita. Dejen que las cosas fluyan.
· Propongan la cita ustedes. Definan la hora y tengan claro a qué lugar la quieren llevar. No existe cosa más harta que un tipo que viene a preguntar, ya en el momento de la salida: “¿a dónde quieres ir?”… No por favor, sean propositivos. Eso los hace interesantes y muy posiblemente es el mejor inicio.
· No se les ocurra, ni por chiste, creer que en su primer cita van a hacer visita a la casa de la niña… O sea, NO. Es preferible cancelar a último momento que hacer visita en la casa como si ya estuvieran en proceso de noviazgo.
· Si ustedes invitan, ustedes pagan. No tiene que ser la cosa más lujosa del mundo porque espanta a cualquiera. Tampoco invitarla a una botella de agua en la tienda del barrio. Algo sobrio, normal pero donde haya público. Nada de cosas privadas y mucho menos una cita dentro de un carro.
· Nunca, por nada del mundo, vaya a ser tan corroncho y ordinario de llegar en sandalias o en bermudas. Tampoco de saco y corbata, sólo vístase bien y siempre huela a rico.
· Vaya sólo. No se aparezca con amigos. Y si quiere ganar muchos más puntos, recójala. No importa que sea en taxi.
· El caimán déjelo en la camisa “Lacoste”. Sea usted mismo. Trátela como una amiga. No le eche los perros de principio a fin. Los cumplidos que sean esporádicos pues es muy incómodo estar diciendo gracias y haciendo risas ficticias.
Mujeres:
· Nada de ser fáciles pero tampoco se crean la Sofía Vergara de Ibagué como para estar pensando durante un mes si salen o no con alguien. Es sólo una cita, no se van a casar de una vez.
· No acepten una ida a cine de entrada. En el cine no se habla y la idea es conversar. Ah, y una primera cita de más de dos horas es demasiado tiempo.
· No sean tan interesadas y dejen de estar creyendo que a uno lo conquistan con billetes.
· No experimenten. Si el pelo les luce suelto y los labios rojos, no se pongan a inventar, salgan así. Primero: porque se demoran más. Segundo: porque no les puede ir bien con el nuevo look. Tercero: porque aún el hombre no amerita para tanto.
· Pasadas de listas: NO. Si no sabe de un tema, mejor diga: “no conozco el tema, ¿me explicas?” Es preferible sonrojarse un poco, disimularlo con una linda sonrisa y mirada penosa, que abrir la bocota y decir una barrabasada.
· No confundan delicadeza con plasticidad. No hay que creerse muñequita de porcelana. Es mejor mostrarse fuerte y con carácter desde el inicio. Lo de niñas mimadas y consentidas, déjenlo para después de una buena noche de sexo, con el novio claro está.
· No sea descortés. Si algo les molesta hagan buena cara. Si lo que hizo es fatal, bloquéelo de Whatsapp y tampoco le responda en Facebook.
Y para ambos:
· No hablar de relaciones pasadas. A ninguno de los dos les importa - por el momento - cuántas parejas han tenido.
· Nada de besos ni mucho menos sexo. Eso no habla bien de ninguno de los dos. Ella queda como una regalada y él como el adicto sexual que solo quiere llevarse mujeres a la cama.
· Nada de hablar de un futuro “juntos”. ¿Qué tal y la otra persona pele el cobre y usted ya haciendo paseo y compartiendo maleta?
· Esfuércense porque esa primera cita sea linda, divertida y casual. No se sobreactúen, pues no hay tarima para tanto show ni plata pa’ las boletas.
· Si no le gustó la otra persona para tener una relación sentimental, podrían tener una buena amistad. ¡Pero ojo!: si uno de los queda tragado puede ser incómodo.
· No se despidan con un “hablamos mañana”. Simplemente digan un “que estés bien o un gusto conocerte”, es cortesía. Con eso ni ella se defrauda, ni él se siente encartado.
Practiquen y apliquen, que si todo esto funciona, seguramente les irá mejor que a mí. Sin embargo, no olviden que siempre hay que mantener encendida la chispa de la primera vez.