Plan para el fin de semana: Visite el páramo Anaime-Chilí en Cajamarca
Si está aburrido de hacer los planes de siempre en la ciudad y desea desconectarse del ruido y las redes sociales, la Reserva Semillas de Agua y la Reserva Natural de las Aves Giles – Fuertesi, ubicadas en la zona rural de Cajamarca, pueden ser una buena opción. Un plan para caminantes y amantes de la naturaleza que le mostrará paisajes únicos del ecosistema de páramo con el que cuenta el Tolima.
Nuestro departamento posee el 28% de los páramos del país, una extensión de 318 mil hectáreas de este tipo de ecosistemas que, según los expertos, se encuentran en vía de extinción.
Entre ellos se encuentra el Complejo de Páramos Chilí- Barragán, lugar donde nacen más de 74 millones de metros cúbicos de agua que desembocan en las cuencas de los ríos Anaime, Coello- Cocora, Quebrada grande y Chilí, gracias al trabajo de regulación hídrica que realizan frailejones, musgos y pajonales en el sector. Un espectáculo único que podrá presenciar en primera fila, gracias a las diferentes rutas guiadas con las que cuentan estas dos reservas.
Avistamiento de aves en la Reserva Giles- Fuertesi
A dos horas del municipio de Cajamarca, en la vereda Potosí Alto, se encuentra una de las reservas naturales de la Fundación ProAves de Colombia, la Reserva Giles-Fuertesi, llamada “Giles” por el apellido de su principal donante, el inglés Robert Giles, cuya afición a las aves lo impulsó a crear la reserva. Y “Fuertesi” por el epíteto de la especie Hapalopsittaca fuertesi o Loro Coroniazul, especie endémica y en peligro crítico que fue redescubierta en la reserva en el año 2005, y desde ese día no ha parado de recibir visitas de aficionados al turismo de aves de todo el mundo.
“Luego de creerse extinta por más de 90 años, el Loro Coroniazul fue redescubierto en el año 2005 por investigadores de la Fundación ProAves, con financiamiento de Fundación Loro Parque y American Bird Conservancy redescubrieron una pequeña población compuesta por no más de 12 individuos en los fragmentados y desprotegidos bosques alto andinos de la Cordillera Central, donde hoy se encuentra la reserva”, relata la organización en su página oficial.
En la Reserva Giles-Fuertesi los turistas podrán realizar visitas guiadas, observación de aves, paisajes y senderismo, y lo mejor es que su entrada es gratuita. En cambio de esto se pide a los visitantes llevar donaciones en especie que ayuden al mantenimiento del lugar. La Reserva cuenta con capacidad de alojamiento para grupos de 2 a 8 personas y la visita debe ser agendada con antelación.
Recomendaciones
- Llevar ropa de clima frío, botas pantaneras, repelente, bloqueador y accesorios para protegerse del sol.
- Informar sobre problemas de salud y/o alergias.
- Respetar los valores naturales de la reserva, las plantas y los animales. No se permite la colecta de material biológico.
- Seguir las indicaciones del personal de la reserva y circular por los senderos establecidos.
- Desinfectar calzado con hipoclorito o clorox para prevenir la dispersión del hongo quitridio (una de las principales causas de muerte de anfibios en el mundo)
Disfrute de la majestuosidad del ecosistema de páramo en la Reserva Semillas de Agua
A 30 minutos de la Reserva de la organización ProAves, se encuentra también Semillas de Agua ubicada a una latitud sobre el nivel del mar entre los 3.200 metros y 3.750 metros, en la cuenca alta del río Anaime.
“Creada hace 24 años por la donación desinteresada del ganadero José Joaquín Quintero a un grupo de profesores de la Universidad del Tolima y aliados internacionales que convirtieron un terreno de aproximadamente 3050 has. en Reserva Natural de la Sociedad Civil –RNSC- debido a su potencial hidrológico y grandes aportes en biodiversidad”, comenta Daniel Cardona biólogo de la RNSC Semillas de agua.
Se sabe que se ha llegado a la Reserva porque en las montañas empiezan a vislumbrarse pequeñas obturaciones de Frailejones: los guardianes del ecosistema de páramo, quienes con asocio de los suelos, musgos, pajonales y aves, regulan el ciclo de agua de la alta montaña. Un ecosistema frágil que requiere de un turismo responsable.
Quienes suban a la Reserva Semillas de Agua tiene la opción de recorrer algunos de los cinco kilómetros de senderos con los que cuenta, donde podrá realizar avistamiento de aves y apreciar algunas de las 135 especies registradas de aves, mamíferos y anfibios, la mayoría de ellas, de acuerdo al director de la Reserva, en vía de extinción.
“En los senderos la gente puede comprender el funcionamiento de un ecosistema único y todo lo que él aporta con su niveles de carbono, su biodiversidad y las relaciones ecológicas que hay en esa zona, también pueden entender cuál es el potencial botánico y medicinal que tienen estás plantas en el sector, junto con los sistemas de producción”, explica el director de la Reserva, Jorge Rubiano.
Mientras que, para los más turistas más extremos existen recorridos a lagunas como Las Mellizas ubicadas a cuatro horas de la Reserva o las visitas a los humedales del río Anaime y la Turbera.
La Reserva cuenta con servicio de alimentación y, para quienes deseen quedarse, deben contar con sleeping o también la Reserva los provee de una colchoneta y cobija para que puedan pasar la noche en una de sus cabañas.
Recomendaciones
- No sufrir de enfermedades cardiovasculares.
- Llevar medicamentos y utensilios de aseo de uso personal (si la idea es quedarse una noche en la reserva).
- Para grupos de más de 10 personas debe incluirse un seguro médico para cualquier tipo de emergencia.
Para mayor información de precios y planeación de visitas guiadas puede contactarse al número (2) 3957018 o al correo electrónico [email protected]
¿Cómo llegar?
Si no cuenta con un carro, para ir a alguna de las dos Reservas deberá llegar a Cajamarca y alquilar el servicio de campero o jeep que pueda llevarlos a estos lugares.