El lunes 20 de noviembre despertamos con una noticia que ha generado incógnitas en la comunidad, controversia, opiniones divididas y en algunos casos comentarios desinformativos.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) informó a la administración municipal y departamental acerca de un movimiento superficial presentado en cercanías al Volcán Nevado del Tolima; de manera inicial, se debe dejar claro, que este movimiento no se encuentra asociado a un aumento de la actividad del Volcán; no existe relación alguna con un proceso de origen volcánico. Ver: (Autoridades en alerta ante posible deslizamiento en el Nevado del Tolima)
La hipótesis inicial correlaciona dicho movimiento con un proceso de remoción en masa; esta hipótesis debe conllevar a la administración municipal y departamental a tomar acciones encaminadas en inspeccionar e identificar la posible existencia del mismo y si este proceso afecta o no algunos drenajes que nacen en el volcán y que pudiesen ser represados; esta premisa se da, toda vez, que el represamiento de los drenajes en la parte alta puede conllevar a una avenida torrencial o creciente súbita que puede generar afectaciones en la parte baja.
La gestión del riesgo de desastres va más allá de atender emergencias. ¿Cree usted que los desastres se pueden evitar?, en efecto, la respuesta es sí, los desastres se pueden evitar y la manera de hacerlo lleva inmerso el conocimiento. Históricamente el rio Combeima ha generado afectaciones en la ciudad de Ibagué; sin embargo, hoy no se tienen estaciones que puedan monitorear su caudal y el de quebradas como las Perlas y el Guamal, si estas estaciones existieran y se tuviese el dato en tiempo real de una creciente ¿No se salvarían vidas?.
En la ciudad de Ibagué, la administración actual ha invertido en los organismos de socorro; un acto importante, pero… ¿Cuánto se ha invertido en conocimiento? ¿En reducción?
No culpemos a la naturaleza, transmitir el conocimiento a la sociedad, explicarles ¿Qué hacer en caso de? ¿Hacia dónde deben dirigirse? es un reto fundamental para generar una cultura en torno a la gestión del riesgo de desastres.
¡Los desastres NO son naturales!