Las obras de estabilización en Colombia parecen únicamente limitarse a las pantallas de concreto, la mayor parte de las administraciones gasta miles de millones en lapidar las laderas de su municipio, esto refleja el profundo desconocimiento en gestión del riesgo y su principio fundamental: la prevención. Es decir: “Evitar que se generen tragedias” y esto, no necesariamente consiste en cubrir todo tipo de laderas con obras civiles basadas en concreto, los esfuerzos e incluso los gastos del erario publico requieren de profesionales que conozcan el comportamiento de los suelos, el manejo de aguas de manera íntegra y sistémica que permita una vez identificados los lugares de mayor vulnerabilidad intervenirlos con obras acordes a la necesidad y a los agentes causales de la inestabilidad. El aumento en deslizamientos, perdida de bancas viales, avenidas torrenciales, inundaciones, entre otras ha aumentado en el tiempo y es directamente proporcional al aumento y gasto en obras civiles basadas en concreto; este escenario se debe a la desestabilización de los suelos a partir de la deforestación de laderas, al no permitir el amarre natural por parte del entramado de raíces.
El aumento indiscriminado en la perdida y degradación de los bosques significa una reducción exponencial de los servicios ambientales que prestan como la regulación hídrica, el mantenimiento y conservación de la biodiversidad.
En los últimos años se ha implementado la mal llamada “Bioingeniera mixta” donde se realizan muros de contención, canales y pantallas de concreto y luego siembran pasto o estacas vivas en los exteriores. Es decir, deforestar de raíz las laderas, dañar para luego reconstruir resulta ser una antitécnica que refleja la inoperancia de las administraciones.
La gestión del riesgo se hunde en un profundo desconocimiento que ha generado gastos inoficiosos y además no cumple el objeto que le da origen de acuerdo a la ley 1523: No previene riesgo alguno y solo se limita a atender las tragedias y en ocasiones a tratar de controlarlo sin entender sus agentes causales.