El testimonio de una mujer que logró superar la ideación suicida para ayudar a quienes la padecen
La salud mental: un tema absolutamente necesario, pero que aún causa tabú en la ciudadanía.
Alejandra, como muchas otras personas, vivió consigo misma una lucha de la que supo salir con valentía, determinación, pero -sobre todo- con acompañamiento.
"Lo que yo una vez conté a manera de chiste sobre la forma en la que yo había pensado o había tenido mi ideación suicida, alguien lo captó y me dijo: Aleja es que eso no es un chiste, lo que tu me estás contando es preocupante", narró.
Desde ese momento empezó a sentir que algo en su interior había cambiado, estaba un poco más rota.
"Yo había dejado de ir a mi trabajo y responder por él, me alejé de mis amigos y familia, y me encerré en mi apartamento solita. De alguna u otra forma fueron señales que alertaron a mi familia", señaló.
Incontrolables pensamientos negativos comenzaron a aparecer por su mente, pero, sin darse cuenta, entre más de apartada de las personas, más se apegaban ellas.
"Mi familia, mi hija y mi trabajo me hicieron enamorar nuevamente de la vida. Yo siempre he sido una persona soñadora y con metas, entonces siempre tengo una nueva meta ahora. Cada vez que acabo una empiezo con otra", dijo.
Encontró en sus allegados un fundamento más para seguir viviendo, eso sí, ahora con un nuevo propósito: ayudar a los demás.
"La vida se trata de eso: sembrar sueños y esperanza, y poder ayudar a los demás. Si en mí está la posibilidad de ayudar a alguien siempre me da otro escalón para poder seguir avanzando", mencionó.
Ser concientes para concientizar
Una de las enseñanzas más grandes de su vida fue entender que la ideación suicida es un trastorno real, "que nos pasa y que le puede pasar a cualquier persona, independientemente de su condición social, cultural o económica", dijo.
Y agregó: "Debemos empezar a estudiar nosotros más como ciudadanos acerca de qué se trata esta enfermedad y cómo afecta. Uno nunca sabe que, precisamente, alguien de su familia pueda tenerlo, y a veces juzgamos tan duro".
Por ello, sugirió ir a un especialista y buscar ayuda, para lo cual, se han implementado en Ibagué y el Tolima distintos programas de ayuda.
"Toquemos las manos amigas de personas amigas", mencionó.
Asimismo, recomendó a los medios de comunicación tener más cuidado con la forma en la que se brinda la información con respecto a estos casos.
"Los datos que dan en los medios como: nombres de medicamentos, formas de actuar frente a un suicidio, etc; ayudan a que las personas que ya tienen la ideación sepan qué hacer y seguramente lo van a ejecutar. Tengan mucho tacto", indicó.
Finalmente, señaló que el amor propio se rescata con una "red familiar, terapia, aprendiendo a reconocer esta clase de enfermedades, sin juzgar, cuando tenemos la capacidad de dimensionar que el suicidio más allá de que sea un problema social, es uno individual".