Justo cuando el país se alista para conmemorar y desagraviar el próximo 9 de abril a las víctimas del conflicto armado colombiano, los “voceros” del partido del expresidente Uribe en el Tolima encendieron la máquina de la re-victimización.
Por un lado, el presidente de la Asamblea Departamental, Milton Restrepo, realiza un acto de homenaje a las víctimas al que no invitó a las víctimas y al que exige asistir de gala. En lugar de los homenajeados, asistirán los amigos del diputado.
Lo interesante del acto y de la invitación, es que las homenajeadas ausentes no serán todas las víctimas, sino solamente “las víctimas y desplazados del terrorismo en el Tolima”. Es decir, aquellas que en la jerga pendenciera y recalcitrante del diputado fueron victimizadas por la guerrilla.
Me pregunto si las “otras” víctimas, las del ejército y los paramilitares, no merecen duelo. ¿No merecen reconocimiento las víctimas del Bloque Tolima en Fresno, Líbano, Mariquita, Honda, Armero Guayabal, Lérida, Venadillo, Ibagué, San Luis, El Guamo, Saldaña, etc, etc? ¿Ni las del ejército por los asesinatos a sangre fría (falsos positivos) en el Totumo? (Ver: Condenados 14 militares por masacre de Totumo)
Desde un punto de vista razonable, no esquizofrénico como el de Restrepo, las víctimas de las prácticas de terror en que incurrieron los distintos actores enfrentados militarmente en el conflicto (guerrilla, ejército y paramilitares), somos todos los colombianos.
Siete millones 900 mil se encuentran reconocidos como tal, oficialmente, en el Registro Único de Víctimas, y tienen derecho a la restitución, liquidación y satisfacción que define la ley.
Pero es claro que las medidas simbólicas, como el “Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas” (con todas), y las distintas manifestaciones en conmemoración de ellas, se realizan para tratar de reconciliar a la sociedad colombiana, no para polarizarla más. Desafortunada-mente, eso parece no comprenderlo el presidente de la Asamblea Departamental del Tolima.
Aunque doloroso, en realidad es consecuente con el partido político que invita a marchar en contra de que a las víctimas se les restituya las tierras que les fueron expoliadas con ocasión del conflicto armado.
Por el otro lado, el excandidato a la gobernación del Tolima, Francisco Mejía - enemigo de Restrepo y de Pierre García - no tuvo nada más para decir en contra de la consulta popular minera, sino que está siendo promovida por la guerrilla de las Farc.
Sé que nadie toma realmente en serio a “Pacho”, ni siquiera en su partido. Como muchos en el CD y otrora en el partido de la U, cree ingenuamente que imitar a Uribe y hablar como Uribe le dará votos. Sin embargo, ni siquiera Uribe es tan temerario, o mejor, tan in-hábil.
Al paso que va el ex candidato a la gobernación y a la Cámara de Representantes por el Tolima, no tendrá votos ni para hacerse administrador de un conjunto cerrado.
De hecho, miserablemente, es muy posible que sus declaraciones vayan en la dirección de “mojar titulares” de prensa para no perder vigencia como “actor político”, como si alguna vez la hubiera tenido.
Queda claro que algunos de los dirigentes del Centro Democrático en el Tolima tienen como pasatiempo hacer la guerra, renegar de la paz y la reconciliación, exponer la vida de quienes ellos consideran sus enemigos y arrasar con las pequeñísimas conquistas del régimen político colombiano.