De niña siempre quise ser una persona importante y representar al Tolima pero nunca me imaginé tener la maravillosa oportunidad de ser deportista, conocer el mundo y tener una forma de enfocar todos mis sueños, ilusiones, ideales y sentimientos, todo esto en un solo paquete.
Para mí el deporte crea en el cuerpo una de las virtudes más valiosas para el alma: la audacia, la energía y la paciencia. Gracias a Dios, a mi familia, a la disciplina y empeño, he logrado un sin número de títulos nacionales e internacionales, que hoy me catalogan como la mejor garrochista del país y la deportista insignia del departamento del Tolima.
Me forme como deportista en esta región y no ha sido fácil lograr lo que hemos conseguido. Aunque aprendí a saltar con una guadua y en la arena, hace ya 18 años, seguí adelante.
He visto pasar a muchos dirigentes y políticos por mi Departamento. Unos buenos, otros no tan buenos, y uno que no vale la pena ni nombrar. Aunque algunas cosas han mejorado, lentamente, pero han mejorado, hay días en que siento que no hemos avanzado, que aún seguimos ahí, con esa guadua en la arena.
Lo que no nos ha permitido catapultarnos a nivel mundial, considero, no es más que la ceguera, la falta de soñar, el conformismo y la resignación. No parecemos una “Tierra Pijao”.
Me daría vergüenza que el cacique se despertara a ver que hemos hecho con su tierra. Esa por la que tanto luchó y prefirió quitarse la vida antes de sucumbir ante otros. Esa misma vergüenza siento ahora con el país, al ver que nos quedó grande hacer en nuestra casa la mayor fiesta deportiva.
Cuando escuché la noticia, que éramos sede de los Juegos Deportivos Nacionales 2015, me dio mucha alegría. Pensé que por fin íbamos a tener unos escenarios dignos y novedosos de una gran ciudad. De esos que he visto en otras partes del país, de los que le cuento a mi familia o a los niños, de los que vemos en documentales.
Lastimosamente, ese gran sueño, esa utopía la estoy viendo pasar frente a mis ojos, por la culpa de malos manejos administrativos y negligencia a la hora de cumplir los requisitos para poder descargar este “camionado” de progreso para nuestra tierra.
Pues dirigen este territorio tienen problemas de visión y nunca han leído la frase del señor Mándela: “el deporte tiene el poder de trasformar el mundo. De inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas (…), tiene más capacidad que los gobiernos de derribar las barreras sociales”.
Pensé que con la llegada de los Juegos, los deportistas seriamos tratados dignamente, que a los entrenadores se les daría el valor que tienen: ser los encargados de preparar a nuestros guerreros. También pensé que las condiciones de vida de todos mejorarían y, toda esa Ibagué deportiva que siempre he soñado, por fin, llegaría.
Se quedó en solo eso, en sueños, porque los entrenadores siguen luchando para que los contraten, los deportistas para que los apoyen y las ligas para que les den alguito. ¡Basta de eso!
Por qué no podemos tener un sistema deportivo que brinde una mejor calidad de vida a la familia deportiva, donde los entrenadores sean contrataos por un año, no por meses. Con incentivos al igual que los deportistas.
También donde las empresas de trasporte se unan y den a los niños que se preparan para ser nuestros futuros representantes, un auxilio de trasporte. Así como la posibilidad de tener una vivienda propia. Que los deportistas no tengan que poner una veladora para que les paguen sus incentivos, que con tanto esfuerzo se han ganado.
Finalmente, un sistema deportivo en el que los ibaguereños sepan quienes son sus atletas, y no que el máximo orgullo de una tierra pujante sea un equipo donde ninguno de sus integrantes es tolimense. Un sistema donde ser deportista del año sea un honor y no una cena con la familia.
Hace mucho tiempo un señor llamado Platón dijo: “El hombre debe vivir necesariamente en una sociedad organizada, porque necesita de la colaboración mutua para subsistir”.
¿Qué pasaría si uno de nuestros gobernantes se descachara y desarrollara un proyecto político para que el Tolima creciera, se revolucionara y no fuéramos de segunda categoría?
¿Qué pasaría si un político usará el deporte y el arte como herramienta fundamental para educar a nuestros niños, sin adoptar modelos de otras tierras?. Uno propio. El de nuestra región, de progreso, de ayuda mutua, bienestar, respeto. Un proyecto de todos, donde nuestro lema sea recordado como en nuestro himno “mi raza es Pijao de sangre bravía, por mis venas corren guitarras y tambores”.
Está demostrado que tenemos talento, porque eso es lo único que nos mantiene a nivel deportivo en la casilla 13, desde que yo tenía 15 años. Según las estadísticas de medalleria, los deportes con más logros en nuestro departamento son: natación, polo acuático, billar, ajedrez, bolo, gimnasia rítmica, esgrima, tenis de mesa, taekwondo, boxeo, fútbol sala, tejo y atletismo. Todas estas disciplinas, en su gran mayoría han sido ganadas por mujeres.
¿Se imaginan donde se potencializara y se enfocara la mayor parte de los recursos en estas disciplinas por todo el Tolima? Talvez subiríamos de escalafón y… de verdad podríamos ganar las tan anheladas 15 medallas, presupuestadas para estos Juegos 2015.
Por último, y no menos importante, recordemos que invertir en el deporte es uno de los grandes valores que diferencia a una sociedad de otra.