El uso de hisopos de algodón para limpiar los oídos es una práctica común, pero no está médicamente recomendada. Aunque muchas personas los utilizan con la intención de eliminar la cera acumulada, en realidad pueden causar más daño que beneficio.
Introducir un hisopo en el canal auditivo puede empujar la cera más profundamente, provocar obstrucciones, alterar la audición y aumentar el riesgo de lesiones en la piel o en el tímpano.
La cera del oído es protectora y tiene una función importante, ya que ayuda a proteger el canal auditivo de bacterias y suciedad, y mantiene el oído saludable. Además, el uso excesivo de hisopos puede irritar el canal auditivo y favorecer las infecciones. En lugar de usar hisopos, es mejor optar por métodos de limpieza más seguros, como limpiar únicamente la parte externa del oído con un paño suave y dejar que el oído se limpie de manera natural.
Si tienes un tapón de cera, es recomendable consultar con un otorrinolaringólogo, quien te realizará un estudio completo en su consulta, el cual incluye una otoscopia. Este procedimiento se utiliza para examinar el canal auditivo y el tímpano.
Para realizarlo, se emplea un otoscopio, un instrumento que tiene una luz y una lente, permitiendo visualizar el interior del oído. Primero, se le pide al paciente que se sienta en una posición cómoda y, si es necesario, incline la cabeza hacia un lado. El otorrino introduce suavemente el otoscopio en el canal auditivo, cuidando de no causar molestias, y observa cualquier anormalidad, como infecciones, cerumen impactado o lesiones en el tímpano.
Si se identifica una acumulación excesiva de cerumen que impide una visión adecuada, se puede proceder a la aspiración de oídos, un proceso en el que se utiliza un dispositivo de succión especializado para eliminar suavemente el cerumen, facilitando una mejor visualización del oído y aliviando cualquier obstrucción que pueda estar causando molestias o afectando la audición.
Si tiene una obstrucción por tapón de cerumen, no intente retirarlo en casa. Es fundamental evitar introducir cualquier objeto extraño en el oído.
No introducir objetos en los oídos es crucial por varias razones que protegen la salud auditiva. En primer lugar, el canal auditivo es una estructura delicada, y cualquier objeto extraño puede causar lesiones, irritación o incluso perforaciones en el tímpano. Además, aumenta el riesgo de infecciones, ya que los objetos pueden transportar bacterias y suciedad al canal auditivo. Al introducir objetos, es fácil empujar la cera, tal como ocurre con los hisopos.
Recuerde: El tapón de cera solo se debe retirar cuando causa obstrucción y únicamente por un especialista.