Estudio de Cortolima revela causas de la escasez del agua en Ibagué
Aunque la ciudad de Ibagué cuenta con una concesión de agua que le asegura el suministro del líquido para 1 millón 500 mil usuarios, cada semana se registran quejas, fallas en la prestación del servicio y hasta plantones de la comunidad por la falta de agua en decenas de barrios del municipio.
Por años, la población ha tenido que convivir con intermitencia en el servicio y de hecho, la Superintendencia de Servicios Públicos le daría apertura en los próximos días a un proceso contra el Ibal por presunto incumplimiento y desatención a los requerimientos de la entidad, como lo reveló esta semana este medio.
No obstante, las deficiencias en el servicio se deberían a una “proporción elevada de pérdidas de agua luego de ser tratada -por el Ibal- y esto genera parte de las dificultades que se tienen”, de acuerdo a lo que explicó la directora general de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), Olga Lucía Alfonso.
Dichas pérdidas se podrían originar por fisuras u obsolescencia de la tubería de suministro de agua u otros factores más que podrían causar las fallas.
“Ibagué tiene agua suficiente para abastecer a mas de 1 millón 500 mil personas pero existe otras serie de circunstancias que derivan el suministro de agua y que no tienen qué ver con las concesiones de agua que tanto el Iban como la Alcaldía tienen autorizadas”, señaló Alfonso.
Estos datos fueron confirmados a través del estudio regional del agua adelantado en sus dos primeras fases por la Universidad del Tolima y en una tercera por una consultoría y que fue liderado por Cortolima.
“Este estudio revela una serie de circunstancias sobre todo de la subzona hidrográfica del río Coello, que es la cuenca que abastece la mayor cantidad de agua- mas del 80 por ciento del agua - de Ibagué”, reveló Alfonso.
La funcionaria también dijo que este estudio, que tuvo una inversión de más de 6.000 millones de pesos, está a disposición de todas las entidades públicas y privadas y será un insumo para la actualización de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) y la elaboración de los nuevos planes de desarrollo ya que incluye información sobre la calidad, la cantidad, la vulnerabilidad, la oferta y demanda y el riesgo del recurso hídrico en el Tolima.
“Contiene indicadores como el índice de acidez, de refracción hídrica, de escasez, vulnerabilidad y alteración y en un análisis de todos estos explicados en 16 documentos, cinco bases de datos, 26 geodatas y 111 anexos, 210 fichas de monitoreo, 207 reportes de laboratorio, nueve modelos hidrológicos, 11 indicadores y una propuesta de red de monitoreo”, señaló la directora de Cortolima.
Una de las principales conclusiones del estudio que se terminó recientemente es que la oferta hídrica- en condición media- varía entre 5.9 y 305.4 metros cúbicos por segundo. “Este estudio nos entrega los datos de consumo que van a ser parte fundamental de las decisiones de uso del recurso hídricos especialmente para las concesiones y reporta situaciones de posibles riesgos de emergencias, es un estudio muy importante que esta a disposición de la autoridad ambiental y de todos los actores en el territorio para tomar decisiones en torno a inversiones, prevención del riesgo y ordenamiento territorial”.
Debido a las fallas en la prestación del servicio, el Ibal ha venido implementando desde el año pasado, la sectorización hidráulica para controlar la presión del agua y evitar daños en la red del acueducto. La intervención actual corresponde a 30 barrios del distrito cuatro y ha tenido un costo aproximado de 4.000 millones de pesos.