La profesora que educó a toda una generación de alumnos en el Colegio Tolimense
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Caracterizada por su felicidad y forma de hacer reír a los demás, la profesora Martha García es una docente de primaria que ha estado por 33 años en el Colegio Tolimense.
En su trayectoria profesional ha marcado el corazón de centenares de habitantes de Ibagué que la recuerdan por su característica forma de demostrar su amor por su profesión.
"Trabajar con los niños es mi pasión desde toda la vida, porque ellos le inyectan a uno mucha alegría. Eso es un bálsamo que cada día lo impulsa a uno a estar feliz y a ser mejor persona", dijo.
Por esta razón es amante de su labor, debido a que ella considera que lo principal en la vida es la alegría, pues fue una de las mayores enseñanzas de sus padres.
En su día a día agradece a Dios por la oportunidad que le da de estar con sus estudiantes, por esto los recibe con alegría, siendo, según ella, la chispa que la caracteriza.
"Me gusta estar feliz, disfrutar de todo lo que tengo y de las personas que están a mi alrededor. También, me gusta aprender de ellas, pero esa parte de la alegría es lo que mi papá y mi mamá siempre nos enseñaron a todos sus hijos", resaltó.
Docencia en las venas
Al ser la menor en una familia con ocho hijos, se vio inspirada por ellos en el momento de descubrir su pasión.
Desde niña era muy hiperactiva, le gustaba jugar y correr por todos lados. Esto hacía que la regañaran por no prestar atención.
"Me gustaba jugar a algo que llamábamos la comitiva, donde me reunía con mis amigos y cada uno llevaba un tomate, cebolla, un pedacito de carne y nos juntábamos en el parque o en cualquier lado a compartir", contó.
Sin embargo, en medio de su extrovertida personalidad siempre tuvo claro qué quería hacer al crecer.
Su sueño por entrar al mundo de la docencia no vino de la nada, pues después de ver el amor y la pasión de sus padres y hermanos maestros soñó con algún día ser como ellos.
Esto hizo, que después de estudiar su primaria en El Nuevo Liceo y su secundaria en el Conservatorio de Música del Tolima, decidiera estudiar licenciatura en educación preescolar en la Universidad del Tolima.
Durante las más de tres décadas en la docencia, ha vivido altibajos, pero siempre los ha intentado afrontar con una sonrisa y una buena energía.
"No más el llegar al aula de clase y que esos niños le den a uno un abrazo y que le digan 'profe, te amo', 'profe, te extraño', 'profe, eres la mejor', uno empieza el día feliz", recordó.
Martha desea que, como ella, luchen por sus sueños y se esfuercen para conseguirlos.
