La historia detrás del maestro de danza que vio nacer el Festival Folclórico Colombiano
15 de junio de 2025

La historia detrás del maestro de danza que vio nacer el Festival Folclórico Colombiano

Libardo Lozano Mora es uno de los artistas que, con su talento e historia, han dejado huella en el folclor tolimense.

Autor
Escrito por: Paula Núñez
Compartir en
Sigue ELOLFATO.COM en WhatsApp

La historia de Libardo Lozano Mora, no se cuenta solo con palabras, en sus más de 80 años de vida, su trayectoria ha marcado historia en el folclor tolimense. Su vida está bordada con retazos de tradición y se canta con coplas viejas que aún resuenan en el corazón del Tolima.

Nacido en Anzoátegui, su vida estuvo marcada por los días más oscuros de la violencia en Colombia. Desplazado a causa de la violencia bipartidista de mediados del siglo XX,  no se resignó a ser solo una víctima, sino que transformó sus circunstancias en compromiso cultural, y desde Ibagué se volvió uno de los artistas más importantes en la historia del Festival Folclórico Colombiano.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por El Olfato (@el_olfato)

“Un 24 de diciembre nosotros esperando el regalo del niño Dios, nos machetearon y nos aseveraron la casa. Los vecinos que eran los padrinos de nosotros, conservadores, en los que se votaron a enfrentar a los que nos están atacando y para llevarnos a su casa a que pasáramos el susto allí en la casa de ellos. Posteriormente  le dijeron a mi padre que si no se iba lo mataban. Al otro día, tocó salir con una mano adelante y otra atrás ”, recordó.

Esa huida lo llevó por Veracruz, Alvarado e Ibagué, ciudad que acogió su tenacidad y donde más tarde comenzaría su carrera como servidor público en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos. Pero, allí no acabo su historia, debido a que sería en la cultura donde Libardo encontraría su verdadera vocación.

En 1965, año del primer Festival Nacional del Folclor, diseñó un traje típico para su hermana y se sumergió de lleno en el universo de las tradiciones populares. A partir de ahí, no solo participó como bailarín en discotecas y casas de danza, sino que se convirtió en un referente de las manifestaciones culturales del Tolima.

Su grupo, Acuarelas Folclóricas del Tolima, fue reconocido como el mejor del país por incorporar elementos ancestrales en sus puestas en escena, como figuras hechas con cañas que evocaban las chozas tolimenses, los puentes colgantes o los corrales campesinos. Algunos de sus bailes aún se utilizan en la actualidad.

“Fue un honor esa danza que pudiera investigar y de ahí me quedó el sabor y el deseo de seguir adelante con las manifestaciones folclóricas e investigando todas nuestras costumbres y tradiciones”, afirma con orgullo.

El mayor diferencial de Libardo fue la investigación que ponía en sus danzas. Uno de sus principales logros ha sido ganarse el oro, gracias al baile de la Caña Brava que creó en un viaje a Coyaima, Tolima. Allí tuvo su primer contacto con el indígena Deogracias Bucurú, quien, tras varias visitas de Lozano Mora, le permitió presenciar uno de sus rituales 'La bajada de la Virgen', una ofrenda a la tierra por los frutos recibidos que duraba tres días con sus noches.

A partir de ello, Lozano lograría que Bucurú le revelara los secretos de las danzas, como la de la Caña Brava, La Siembra o las Lanzas o Garrotes. Eso le dio gran satisfacción porque lo implementó en sus coreografías y se convirtió en el primero hacer una obra artístico que reflejaba todo el trabajo que hacía el campesino y la identidad cultural tolimense.

Libardo no esconde su tristeza ante lo que percibe como la degradación del folclor actual. Para él, los valores que definieron el festival en sus inicios se han desdibujado frente al espectáculo vacío.

“Ya no se ve danza de laboreo, no se ve danza de investigación, no se ve danza de religión. Ahora son brincos y saltos. Las niñas no hacen sino montar faldas, levantar faldas, mostrar interiores y eso es todo lo que se está haciendo”, aseguró.

La crítica de Lozano es también una defensa apasionada de la identidad cultural. Rechaza el uso de elementos ajenos al folclor colombiano en los trajes de las candidatas al reinado, y lamenta la pérdida de referentes tradicionales en las carrozas.

Sin embargo, reconoce que hay aspectos positivos en la colaboración con otras regiones del país, especialmente en la elaboración de carrozas. Según él, talleres impartidos por expertos de otros departamentos podrían enriquecer el conocimiento de los artesanos locales sin desvirtuar su esencia.

“Me parece maravilloso que de otras regiones vengan a enseñarle a los artesanos del Tolima el diseño de las carrozas. Pero el folclor se está desvirtuando totalmente”, aseveró.

Este custodio de la memoria tolimense ha vivido cada cambio del festival con ojos de testigo y manos de creador. Su voz, crítica pero firme, nos recuerda que las fiestas de San Juan y San Pedro son más que un desfile: son un acto de resistencia cultural.

Hoy, a sus más de 80 años, Libardo Lozano sigue hablando del folclor como quien habla de un ser querido. En su testimonio queda no solo la historia de un desplazado, sino la de un hombre que decidió reconstruir su vida preservando la identidad de su pueblo. Su legado no se mide solo en telas, bailes y carrozas; se mide en memoria, resistencia y amor por el Tolima.

Sigue ELOLFATO.COM en WhatsApp

También te puede interesar: