Siga estos consejos y aprenda a tratar y evitar los riesgos cognitivos

¿Le pasa a menudo que se le olvidan las llaves, llamar a alguien por su nombre, o porqué entró a la cocina o la habitación? Estos son problemas combinados de memoria y atención, aquí le contamos la forma correcta para ejercitar su cerebro.

La fonoaudióloga María Fernanda Lara Díaz, doctora en Ciencia Cognitiva y Lenguaje y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), sugiere algunas estrategias que ayudarían a alcanzar una mayor concentración y fortalecer la memoria.

Entre dichas estrategias está “evitar tanto las distracciones en tareas que requieren atención consciente como la monotonía, darse tiempo para repasar, evitar las multitareas, visualizar imágenes mentales, contar y recontar, planear el día, y mejorar el ambiente que tenemos en casa”.

En ese sentido, sugiere, por ejemplo, realizar un pasatiempo, una llamada, reunirse con amigos y familiares, hacer respiración consciente, tomar un baño caliente, disfrutar del aroma del café o de una aromática y escuchar música.

“Esta actividades ayudan a inducir un estado de relajación que reduce los niveles de ansiedad, nerviosismo o intranquilidad al momento de hacer cualquier tarea”.

“También ayuda el hecho de utilizar los números, pues una de las actividades cognitivas que fortalecen nuestra concentración es el cálculo. Ejercicios como contar de 3 en 3 o del 100 al 1 hacia atrás mientras vamos caminando, o hacer cuentas mentales entrenan la atención”.

Señala además que entre los 35 y 40 años las personas empiezan a sentir que las habilidades del pensamiento declinan. Por ejemplo, cuando conducen ya no lo hacen con la misma habilidad de antes, se les olvida pagar recibos, tomar medicamentos, los pasos en una receta de cocina conocida, entre otros, lo que tendría que ver con la salud física y mental.

“En esta etapa de la vida es fundamental evitar caídas y accidentes o usar medicinas de manera inapropiada, por el contrario, se debe hacer ejercicio, tener una buena dieta, no fumar, no consumir alcohol y dormir bien. Por otro lado, las personas hipertensas o deprimidas son más propensas a tener riesgo cognitivo”.

“Lo tengo en la punta de la lengua”

En el lenguaje es común que en ocasiones no se logre recordar el nombre de una persona, lugar u objeto, pese a que es conocido. Este fenómeno se conoce como deixis y es una señal de riesgo cognitivo, por lo que las personas deben estar atentas a cuántas veces al día ocurre.

Para trabajar esta dificultad, la doctora Lara recomienda ejercicios de memoria, como tirar un balón diciendo el mayor número de palabras posible sobre un tema. “Para esto es bueno buscar la palabra con secuencias automáticas, como rezar el padrenuestro, contar de 2 en 2 o recitar algo que se sepa de memoria, lo cual ayuda a desviar la atención y evitar la tensión”.

Otro problema común es perder el foco o la idea de la conversación, para lo cual recomienda escribir las ideas principales y también verificar que no se están repitiendo, pues esto es una señal de alerta para enfermedades como el Alzheimer.

Señales de alerta en familiares

Las reuniones y los viajes familiares son una buena oportunidad para observar y estar atentos a aquellos familiares que puedan estar presentando alguna enfermedad cognitiva incipiente.

Algunas de estas señales son, por ejemplo, que un familiar nos haga las mismas preguntas una y otra vez; cuando se olvidan palabras comunes al hablar o se mezclan palabras (decir cama en lugar de mesa); demora en realizar tareas conocidas como seguir una receta; colocar objetos en lugares inapropiados; perderse al caminar o al conducir por una zona conocida, y tener cambios en el estado de ánimo o en el comportamiento sin razón aparente.

Con información de la Universidad Nacional*