Salud mental en crisis: 9 de cada 10 colombianos con trastornos graves no reciben atención

El tratamiento de la salud mental en Colombia enfrenta una crisis estructural. Aunque las cifras de personas diagnosticadas con trastornos mentales aumentan cada año, el acceso efectivo a atención especializada sigue siendo limitado, estigmatizado y concentrado en los centros urbanos.

Así lo evidencia la Política Nacional de Salud Mental 2024, que revela que el 66,3 % de los colombianos han enfrentado algún problema de salud mental en su vida.

“El tratamiento va más allá de la hospitalización o de aumentar el número de casas de reposo”, advierte el profesor Julián Sucerquia, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y coordinador de Salud Mental del Hospital Universitario Nacional (HUN).

Según el especialista, uno de los mayores desafíos está en transformar la visión asistencialista del sistema y apostar por modelos integrales, preventivos y humanizados.

Los datos son alarmantes: entre enero y mayo de 2023, 1,5 millones de personas fueron diagnosticadas con trastornos mentales en el país, pero solo el 40 % recibió tratamiento. En ese mismo periodo se registraron 1.810 suicidios y más de 30 mil intentos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido enfática: los servicios de salud mental en el mundo continúan siendo los más desfinanciados del sistema sanitario.

En Colombia, este subregistro está agravado por factores sociales y estructurales: pobreza, conflicto armado, violencia de género, crisis postpandemia y la histórica precariedad del sistema de salud.

El estigma, la primera barrera

Uno de los principales obstáculos para acceder a los servicios de salud mental sigue siendo el estigma. “Muchos pacientes asocian el diagnóstico con encierro o pérdida de autonomía. Esto los lleva a ocultar síntomas, evitar consultas y retrasar tratamientos, lo que agrava su condición”, explica el profesor Sucerquia.

Pero el problema no es solo cultural. También hay una barrera institucional: muchos médicos generales no están capacitados para identificar ni abordar adecuadamente los primeros síntomas. “Esto convierte a los mismos servicios de salud en filtros excluyentes”, agrega.

Además, las zonas rurales carecen de personal capacitado y de infraestructura. En muchos territorios apartados, los pacientes no tienen acceso a atención básica en salud mental. Para responder a esta necesidad, el HUN implementó el programa HUN Digital, que ofrece consultas psiquiátricas por telemedicina, permitiendo que pacientes de regiones como Guainía reciban atención especializada desde Bogotá.

Una atención más humana e integral

El Hospital Universitario Nacional también ha fortalecido su servicio de psiquiatría de enlace, que acompaña emocionalmente a los pacientes hospitalizados por otras patologías.

Además, planea crear una unidad de hospitalización y un programa de hospital día, en el que los pacientes puedan recibir atención intensiva sin requerir internamientos prolongados.

“La salud mental no puede seguir siendo una prioridad secundaria en las políticas públicas. Necesitamos eliminar el estigma, formar mejor al personal médico y garantizar una atención equitativa y digna para todos los colombianos”, concluye el profesor Sucerquia.