Mitos y verdades sobre el aclaramiento dental
La influencia de las redes sociales ha provocado que haya mucho más interés en la presentación personal y tener una sonrisa perfecta resulta ser muy importante en estos tiempos de Facebook e Instagram.
Pero ese afán por conseguir unos dientes blancos y perfectos -de manera rápida- ha provocado que personas inexpertas generen contenidos virales en Internet con supuestas ‘fórmulas mágicas’ o remedios caseros para atrapar a incautos.
Lo delicado del asunto es que algunos de estos procedimientos invasivos pueden causar daños irreversibles.
Por ejemplo, dicen que el bicarbonato con limón aclara los dientes. Mentira, esta práctica puede generar abrasiones y debilitarlos.
Tampoco es cierto que logrará ese resultado cepillándose los dientes con ceniza. Ese es otro mito más.
Ahora bien, las bandas o cintas aclaradoras que venden en el mercado sirven, pero un mal uso de ellas puede generar quemaduras en las encías.
Por otro lado, frotar los dientes con una fresa, en ayunas, nos puede servir para limpiarlos de forma natural y mantenerlos blancos.
Lo más recomendable es que visite su odontólogo y acceda a un tratamiento seguro.
¿Qué es el aclaramiento o blanqueamiento dental?
Es un procedimiento que, a través de sustancias químicas, nos permite eliminar manchas extrínsecas -producidas por los alimentos- que se encuentran en la superficie del esmalte del diente.
Estos agentes químicos destruyen las moléculas pigmentadas, pero estas sustancias deben ser manipuladas por personas idóneas.
¿Cuántas veces debo aclarar mis dientes?
Es una pregunta muy frecuente en la consulta. La respuesta es lo mínimo que sea necesario, ya que es un procedimiento no invasivo, pero que si se hace en exceso puede afectar la integridad de nuestros dientes.
Lo máximo permitido por las casas comerciales que producen estos químicos es de cuatro sesiones durante el tratamiento de aclaramiento dental, pero esto varía de acuerdo a cada paciente.
¿Por qué producen sensibilidad?
La sensibilidad dental suele aparecer 12 horas después de practicarse el procedimiento. Y se presenta porque la dentina (parte interna del diente) queda expuesta a estímulos externos.
El aclaramiento dental dilata los poros del esmalte para aclararlo y, en algunos casos, la sustancia alcanza la dentina y es allí cuando se produce la sensibilidad dental.