Minsalud aclara que deben seguir haciéndose pruebas de COVID-19 a vacunados con síntomas
Una vez vacunadas, la mayoría de las personas piensan que no es necesario realizarse pruebas de COVID-19 si presentan síntomas. La razón es que, igual que con otras vacunas, como contra el sarampión o la poliomielitis, los datos de ensayos clínicos y programas de vacunación en curso brindan la confianza de que las vacunas COVID-19 son suficientemente eficaces y seguras.
Sin embargo, Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social, aclaró que aún no hay ningún direccionamiento oficial de la cartera que respalde esta decisión. "Como muchos no han recibido la vacuna, en este momento el país no puede dar el salto de dejar de hacer pruebas a personas vacunadas. Tal vez más adelante, pero por ahora no".
Según indicó Fernández, con la circulación de variantes como Delta en el territorio, hay un riesgo social muy alto que va de la mano de la debilidad en la intervención de las cadenas de contacto. Por eso, las entidades prestadoras de salud (EPS) deben continuar la realización de pruebas a todas las personas que experimentan síntomas leves del virus, entre ellas quienes están completamente vacunadas contra el COVID-19.
"Hay discusión al respecto, pero reconociendo las nuevas variantes no se pueden dejar de hacer pruebas a personas vacunadas. Hemos tenido denuncias de personas vacunadas, incluso con síntomas, a las que las EPS les han negado la prueba. Si hacemos esto corremos el riesgo de que estas personas generen nuevas cadenas de contagios", aseveró.
Agregó que el principal objetivo de la vacunación es reducir la mortalidad e incidencia de casos graves. Esto, por supuesto, disminuye el riesgo de contagio, "pero no quiere decir que aún cuando una persona esté vacunada no podría transmitir el virus", dijo.
De igual forma, el funcionario aseguró que hasta el momento no hay ningún direccionamiento internacional que indique que es seguro dejar de hacer pruebas a vacunados. De hecho, de acuerdo con la guía más reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., las personas completamente vacunadas que han estado cerca a un caso de COVID-19 sospechoso o confirmado, deben someterse a pruebas de 3 a 5 días después de la exposición y usar tapabocas en lugares públicos cerrados durante 14 días o hasta que reciban un resultado negativo de la prueba.
Las vacunas contra el COVID-19 son muy buenas para proteger a las personas de enfermarse gravemente, pero los CDC dicen que los nuevos datos muestran que las personas vacunadas infectadas con la variante delta podrían contagiar a otras personas.