Los problemas que impiden la detección temprana del cáncer de mama que afecta a 398 mujeres en el Tolima
La Secretaría de Salud del Tolima informó que en lo corrido del año se han registrado 398 casos de cáncer de mama. Esta cifra, representa un incremento del 67 %, con respecto a los diagnosticados en el 2021. El aumento alerta a las autoridades en salud, en cuanto al diagnóstico temprano para tratar oportunamente la enfermedad.
Eder Lancheros, médico mastólogo realizó un análisis frente al acelerado aumento de la enfermedad, identificando los cinco problemas que se cometen en el proceso de detectar a tiempo este cáncer, que al año afecta a 15.509 mujeres en Colombia.
El primer problema, según Lancheros, es el desconocimiento y miedo a la enfermedad, ya que una de cada tres mujeres reconoce a la mamografía como el método de detección más efectivo.
Un estudio de la Fundación Avon determinó que solo el 1 % afirma que el cáncer de mama no genera síntomas, y un 63 % de las encuestadas afirma que el autoexamen de mama es el método más efectivo. Además, el 28 % de las mujeres indica que no se realiza el autoexamen de mama porque se les olvida.
“Otros casos, son aquellas pacientes que optan por tratamientos alternativos, uso de suplementos, con la esperanza de curarse de la enfermedad, sin someterse a la cirugía ni los supuestos ‘venenos’ de una quimioterapia. O simplemente abandonan el tratamiento y no regresan nunca más”, expresó el médico.
Estos resultados indican que falta pedagogía y que se necesitaría que todos los meses fueran octubre, dedicados a la prevención de la enfermedad. El médico enfatizó que el único estudio que disminuye la mortalidad por cáncer de mama, es la mamografía.
“En sus estadios más tempranos el cáncer de mama no genera síntomas y es allí donde la intervención es altamente exitosa, logrando una tasa de curación por encima de un 95 % y, el autoexamen rutinario mensual es el primer paso para conocer la contextura de sus mamas. Ante alguna anormalidad hay que acudir al médico tratante”, expresó.
Otro factor que obstaculiza la detección temprana recae principalmente en el desconocimiento de la enfermedad, ya que no se consulta a tiempo y en la gran mayoría de casos se diagnostica en estados avanzados, donde las opciones son limitadas, con cirugías más agresivas y supervivencia menor.
“Por eso, las EPS deben promover masivamente, durante todo el año, a través de las IPS de imágenes diagnósticas contratadas, la realización de mamografía de tamización a toda la población general mayor de 50 años. Es la única forma de poder detectar a tiempo esta enfermedad”, indicó Lancheros.
El médico precisó que además de esto, se suman las múltiples barreras administrativas de las EPS e IPS, debido a que se debe empezar a autorizar una serie de exámenes médicos que por la ‘tramitomanía’ demoran el pronto inicio del tratamiento.
“Cualquier demora administrativa perjudica negativamente el pronóstico de la paciente. Frente al cáncer de mama, en particular, el tiempo que transcurre entre el diagnóstico y su primer tratamiento (cirugía, quimioterapia) no debe pasar más de 45 días. Exceder estos tiempos desencadena que la enfermedad avance y el pronóstico empeore”, precisó.
Lancheros mencionó que el manejo del cáncer de mama debe ser multidisciplinario con profesionales de la salud competentes e idóneos en la atención de este tipo de enfermedades. La correcta articulación, donde existan protocolos de manejo previamente establecidos y socializados, y una adecuada comunicación entre colegas, permite mejores desenlaces en las pacientes.
“Sin embargo, aún vemos una fragmentación notable en la prestación de servicios oncológicos en instituciones no acreditadas para tal fin, y donde la paciente tiene que acudir al menos a tres lugares diferentes a recibir cada parte de su tratamiento. Esta circunstancia no es lo ideal y puede generar retrasos y disparidad de los conceptos entre los médicos tratantes”, enfatizó.
Finalmente, dijo que los médicos deben actualizarse constantemente para poder prestar un servicio de mejor calidad. Es por eso que, desde el Instituto Nacional de Cancerología, ente rector del cáncer en el país, junto a la Asociación Colombiana de Mastología, cada año se hace un esfuerzo importante para capacitar y entrenar en detección temprana del cáncer de mama, enfocados en el I y II nivel de atención.
“La ruta de atención comienza allí y son estos profesionales de la salud una pieza clave para identificar de manera oportuna la anormalidad, solicitar los exámenes pertinentes y derivar al especialista competente para el inicio del tratamiento oportuno”, concluyó.