
Hipertensión arterial: qué es y cómo tratarla
La presión arterial alta es una condición médica silenciosa pero peligrosa, que puede provocar graves complicaciones si no se controla a tiempo.

Escrito por: Natalia Reyes
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La hipertensión arterial, una enfermedad que ejerce una fuerza excesiva de la sangre contra las paredes de las arterias, puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en adultos.
Así lo explicó el doctor Carlos Salgado Giraldo, médico especialista en enfermedades crónicas, quien advirtió sobre la importancia de un diagnóstico temprano y un manejo adecuado de esta silenciosa condición.
“La hipertensión es una enfermedad que puede atacar o aparecer en cualquier persona. Es mucho más común en personas adultas, pero inclusive en niños con algunas patologías o enfermedades pueden desarrollar hipertensión arterial. Siempre que un paciente presenta hipertensión arterial, lo primero es confirmar la enfermedad, confirmar el diagnóstico”, expresó.
Asimismo, Salgado indicó que la hipertensión no se diagnostica con una sola medición de la presión arterial.
“No solamente por el hecho de que uno se tome la atención arterial una vez, significa que uno ya sea hipertenso. Actualmente, disponemos de unas herramientas diagnósticas para confirmarlo. Una vez que confirmamos el diagnóstico, el reto del médico es evaluar cuál es la causa de la hipertensión arterial, y a partir de allí, mirar el tratamiento que el paciente va a necesitar y la terapia farmacológica”, manifestó.
Según el médico, en la mayoría de los casos se trata de una hipertensión primaria o idiopática, sin una causa aparente. Sin embargo, hay factores determinantes que elevan significativamente el riesgo.
“Siempre hay un alto porcentaje de pacientes en la cual se presenta una hipertensión primaria o idiopática, en la cual no hay una causa aparente, no hay antecedentes genéticos, no hay un factor desencadenante, pero el paciente desarrolla la hipertensión. La primera línea de tratamiento en todas estas enfermedades crónicas siempre y casi que la más importante, es el cambio de estilo de vida”, mencionó.
Y añadió: “Los hábitos o el estilo de vida son un factor muy importante para la aparición de estas enfermedades: sedentarismo, obesidad, consumo de alcohol, tabaquismo, estrés emocional, pocas horas de sueño. A veces hoy en día ya por las pantallas, los celulares, a veces nos acostamos tarde, dormir muy poco, la falta de ejercicio, la alimentación, el consumo de alimentos ultraprocesados, la comida chatarra, consumo de sal, son factores que son principales determinantes para que las personas desarrollen hipertensión”.
De igual manera, el profesional señaló que la hipertensión es “la fuerza que ejerce la sangre sobre la pared de los vasos arteriales”. Cuando esta presión es elevada de forma crónica, puede dañar órganos vitales como el cerebro, el corazón, los riñones y el hígado, aumentando el riesgo de enfermedades graves.
“La hipertensión es la fuerza que ejerce la sangre sobre la pared de los vasos arteriales, la fuerza, la presión con que la sangre está fluyendo a través de esos vasos. Cuando esos valores son elevados, esa presión produce daños en los órganos del cuerpo, en todo el sistema cardiovascular y esa presión crónica constante durante muchos años produce que el paciente desarrolle otras patologías con una mortalidad muy alta. Si tenemos antecedentes genéticos en nuestra familia de hipertensión, somos candidatos a desarrollar la enfermedad”, comentó.
En cuanto al tratamiento, el doctor aseveró que muchos pacientes deben tomar medicamentos de por vida, pero el número y la necesidad de estos pueden reducirse con cambios en el estilo de vida.
“Muchos pacientes deben tomar medicamentos de por vida, pero cuántos medicamentos van a tomar o no depende de cómo se cuide el paciente y muchos pacientes en sus etapas iniciales pueden revertir la aparición de la hipertensión arterial. La obesidad, el sobrepeso, es un causante de hipertensión arterial. Muchos pacientes, cuando se someten a un plan para bajar de peso, cambios de estilo de vida, ejercicio, y logran bajar aproximadamente el 10% de su peso inicial o más, logran revertir la aparición de la hipertensión y la controlan”, aseguró.
Salgado también desmintió algunos mitos frecuentes, como el uso de remedios caseros y destaca la importancia de seguir las indicaciones médicas.
“Están los famosos pacientes que no se toman los medicamentos, pero se toman remedios naturales, escuchan tratamientos que no tienen ningún sustento científico. Todas los medicamentos que los médicos utilizan y las terapias que se utilizan tienen respaldo y evidencia científica, o sea, que están respaldados por estudios que determinaron que eran costo efectivos y que servían. La mayoría de tratamientos naturistas, tratamientos empíricos o cuando seguimos consejos de nuestros amigos o vecinos, son tratamientos que no tienen ningún respaldo”, afirmó.
Además, recalcó que algunos analgésicos comunes, como el diclofenaco y el ibuprofeno, pueden ser perjudiciales para los pacientes hipertensos.
“Los antiinflamatorios, que son de uso muy común, son medicamentos que son contraindicados en los pacientes hipertensos. Son analgésicos muy buenos para el dolor, pero son medicamentos que pueden bloquear el efecto de los medicamentos antihipertensivos, y algunos de estos pueden llevar al paciente a que presente una crisis hipertensiva, la cual puede llevar al paciente a una enfermedad cerebrovascular como un derrame cerebral. Por eso, los médicos le mandan los pacientes hipertensos acetaminofén para el manejo del dolor en sus etapas iniciales”, aseveró.
Finalmente, el doctor enfatizó la importancia del monitoreo regular de la presión arterial, ya que la hipertensión a menudo no presenta síntomas evidentes.
“Los médicos le tenemos un apodo a la hipertensión, le llamamos el 'asesino silencioso', porque los pacientes pueden ser hipertensos y no lo saben, pueden tener la atención alta y no lo saben hasta que de pronto alguien les toma la atención arterial. Es una enfermedad que es silenciosa, que el paciente puede estar enfermo y no saberlo”, concluyó Salgado, destacando la necesidad de una detección y tratamiento oportunos para prevenir complicaciones graves.