
Grasa alrededor de las arterias coronarias incidiría en los infartos
Esta enfermedad provoca cerca de 18 millones de muertes anuales.

Escrito por: Nassly Molina
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Un estudio realizado por investigadores colombianos sugiere que la grasa que rodea las arterias coronarias podría desempeñar un papel clave en el desarrollo de la aterosclerosis, una enfermedad que endurece y estrecha las arterias, convirtiéndose en una de las principales causas de infartos.
El hallazgo fue posible gracias a simulaciones con modelos computacionales 3D de arterias coronarias, los cuales permitieron observar con precisión la influencia del tejido adiposo epicárdico en el funcionamiento arterial.
Según el grupo de investigadores conformado por ocho expertos en salud, ingeniería biomédica y mecánica, bajo el liderazgo de la médica fisóloga Diana Marcela Muñoz Sarmiento, doctora en Ingeniería Mecánica y Mecatrónica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), un aumento en el volumen y una menor rigidez de esta grasa tendría un impacto similar al de la presión arterial alta en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Según cifras globales, la enfermedad afecta aproximadamente al 70 % de la población y provoca cerca de 18 millones de muertes anuales. En Colombia, en 2021 causó 52.000 fallecimientos, y se proyecta que la cifra continúe en aumento debido al envejecimiento de la población.
Tecnología al servicio de la salud
Para la investigación, el equipo utilizó un software de elementos finitos, originalmente diseñado para análisis estructural en ingeniería, pero ahora aplicado al estudio de estructuras biológicas. Con datos clínicos e histológicos, se desarrollaron dos modelos tridimensionales: uno representando una arteria sana y otro con aterosclerosis concéntrica, caracterizada por la acumulación uniforme de placa grasa.
Los modelos permitieron visualizar las tres capas de la arteria: la íntima (interna), la media y la adventicia (externa), así como la grasa circundante o tejido adiposo epicárdico. Los investigadores descubrieron que un aumento en el volumen y una menor rigidez de esta grasa generan un impacto similar al de la presión arterial alta en el desarrollo de la enfermedad.
"Esto ocurre porque la arteria está físicamente entre la influencia de la presión ejercida por la sangre y la influencia de las propiedades mecánicas del tejido adiposo epicárdico que la rodea", detalló la doctora Muñoz Sarmiento.
A través de ecuaciones, se simuló la presión sanguínea en el interior de la arteria, lo que permitió analizar las deformaciones que sufre su pared y el estrés mecánico al que está sometida.
Posteriormente, se representó el procedimiento de angioplastia, intervención médica para tratar infartos, lo que permitió comprender mejor el comportamiento arterial durante la operación e identificar factores que podrían prevenir infartos recurrentes.
Perspectivas futuras
Este estudio podría tener importantes implicaciones para la prevención y tratamiento de la aterosclerosis, ya que actualmente cerca del 10 % de los pacientes que se someten a angioplastia presentan nuevas obstrucciones.
"Entender el papel del tejido adiposo nos ayudaría a desarrollar tratamientos más efectivos y personalizados", agregó la investigadora.
Para 2025, los expertos contemplan iniciar una segunda fase del proyecto, en la que recolectarán y analizarán muestras de tejido adiposo epicárdico de arterias coronarias sanas y enfermas de cadáveres. Esto se hará en colaboración con la Fundación Centro Latinoamericano de Investigación y Entrenamiento en Cirugía de Mínima Invasión (Clemi) y la Universidad Manuela Beltrán (UMB), con el objetivo de comprender cómo cambian las propiedades mecánicas de la arteria con la edad y la enfermedad.