Cuidado, COVID-19 podría confundirse con otras afecciones graves
Los errores diagnósticos ocurren cuando se realizan de forma tardía, cuando no se da cuenta de cuál es el diagnóstico o cuando se hace de forma errónea y no es corregido en el tiempo. Con frecuencia, entre el 6 y 17 % de los pacientes pueden tener diagnósticos erróneos, y hasta en el 10 % de los casos puede estar asociado con su fallecimiento.
Así lo evidencia el reciente estudio sobre errores diagnósticos en la pandemia por COVID-19 adelantado por los doctores Jorge Cortés, profesor del Departamento de Medicina Interna de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), John Puerto López, Nairo Cano Arenas, Hardeep Singh y Luisa Fernanda Riaño Sánchez.
“Una de las principales preocupaciones es el impacto del diagnóstico sobre la mortalidad y las secuelas, así que analizamos cómo podríamos evaluarlo, cuál era o podía ser el impacto del error diagnóstico de lo que pasaba cuando una persona pensaba que era COVID-19 y no lo era, algo que seguirá pasando en los siguientes meses y años, y en la medida en que algunos pacientes sean clasificados de forma errada”, señala el doctor Cortés.
En muchas ocasiones es normal que se sospeche de COVID-19 por muchas circunstancias, ya que el virus compromete partes del cuerpo más allá de los pulmones, por ejemplo en el área hematológica puede tener una afectación entre el 5 y el 90 %, cardiovascular (55 %), renal (0,5-29 %), gastrointestinal (12-61 %), hepatobiliar (53 %) y neurológico (36 %).
En el estudio se incluyeron pacientes hospitalizados en el servicio de medicina interna y en la unidad de cuidado intensivo (UCI) del Hospital Universitario Nacional (HUN) reclutados entre mayo y agosto de 2020. Estos pacientes eran mayores de 18 años y se tenía sospecha de COVID-19, que se habían descartado por pruebas diagnósticas o por criterio médico, aquellos que ingresaron por otra condición médica y que no habían tenido sospecha de COVID-19.
“Recogimos 850 pacientes y nos quedamos con 215, de los cuales 110 nunca habían tenido una sospecha de COVID-19, mientras que los 105 restantes, sí”, explica el doctor Cortés.
Los hallazgos del estudio evidenciaron que la frecuencia global de error diagnóstico fue de 36 casos (16,7 %), de los cuales 13 (11,8 %) correspondieron a pacientes no expuestos y 23 (21,9 %) a pacientes con exposición. El 20 % presentó algún tipo de error diagnóstico con daño que requería de una intervención médica o mayor estancia hospitalaria.
Según el doctor Cortés, cuando se tiene un diagnóstico final que podría ser COVID-19, es muy frecuente tener otros como sepsis, infecciones urinarias y tuberculosis. A nivel cardiovascular se confunde con infartos y falla cardiaca, y a nivel neurológico se confunden con accidente cerebrovascular, hemorragias y otras causas de tromboembolismo.
“Esto se puede prevenir con una buena historia clínica y haciendo un diagnóstico diferencial de forma rutinaria con todos los pacientes, y se debe tener mucho cuidado tanto a la hora de incluir la patología de COVID-19 como a la hora de excluirlo”, advierte el doctor Cortés.
Tomado de la Agencia de noticias de Universidad Nacional