Consumo moderado de vino ayudaría a disminuir niveles de triglicéridos
El consumo moderado de vino (de 1 a 7 copas de 120 ml por semana) lleva a una disminución de los triglicéridos y juega un papel protector importante en la salud cardiovascular de las personas, siempre y cuando su consumo sea medido.
El nutricionista-dietista Óscar Enríquez Martínez, de la Universidad Industrial de Santander (UIS), afirma que esto puede obedecer a los antioxidantes del vino tinto, llamados polifenoles, los cuales protegen el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón.
Efecto contrario surte el consumo de cerveza o bebidas destiladas como whisky, tequila y ron, que aumentan los niveles de triglicéridos, el tipo de grasa más común en el cuerpo.
El experto señala que “esta situación hace que la persona presente riesgo de sufrir la elevación anormal de concentración de grasas en la sangre, o dislipidemia”.
El estudio se adelanto en Brasil
En el estudio participaron trabajadores activos y jubilados de cinco instituciones públicas de enseñanza superior y una de investigación, de seis ciudades brasileñas.
“La meta fue contactar 15 servidores públicos entre 2008 y 2010, con edades entre 35 y 74 años. En total participaron 15.105 personas, por lo que los datos que se deriven podrían servir para conocer el estado de salud y nutrición de Suramérica”.
En el proceso se tomaron algunas medidas, como presión arterial, electrocardiogramas, exámenes bioquímicos de sangre, pruebas de tolerancia a la glucemia, pruebas de orina de 12 horas, rigidez de la arteria carótida y fuerza muscular, entre otros parámetros.
La línea de base del estudio se tomó entre 2008 y 2010, tuvo un seguimiento entre 2012 y 2014, luego otros dos, y actualmente se iniciará una cuarta toma de datos que se espera termine en 2022.
Influencia, riesgo y prevención de la dislipidemia
La dislipidemia son cambios en los niveles de los lípidos séricos, comprendidos por el HDL (colesterol bueno), LDL (colesterol malo), colesterol total y triglicéridos.
Según el experto, dentro de los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad están edad avanzada, baja escolaridad, bajo ingreso económico, dieta inadecuada, falta de ejercicio físico, mal estado nutricional y consumo de bebidas alcohólicas.
En este sentido, uno de los hallazgos que también llamó la atención de los investigadores fue que el vino, la cerveza y las bebidas destiladas aumentaron los niveles de HDL de los individuos participantes, algo que, a los ojos de la ciencia, podría parecer positivo.
Sin embargo, cuando este tipo de colesterol está por encima de 90 o 100 miligramos sobre decilitro (décima parte de un litro), comienza un proceso contrario de oxidación de ese HDL que se asocia con riesgo de enfermedades cardiacas como infartos, por lo que aumentarlo con bebidas alcohólicas puede ser altamente perjudicial para las personas.
“Estos resultados se fortalecen con otro estudio reciente que tras analizar los niveles extremadamente altos de HDL mostró que sí existe una relación entre esos niveles altos y la mortalidad por eventos cardiovasculares o síndromes coronarios”.
El investigador advierte que aunque las bebidas están relacionadas con el perfil lipídico, esto no se debe tomar como una recomendación o invitación para consumirlas, sino como una nueva evidencia por parte de la fisiología y la epidemiología que acerca a la humanidad a nuevas respuestas.
Con información de Unimedios