Así deben rehabilitarse los deportistas después del COVID-19

El entrenamiento pos-covid debe empezar con ejercicios físicos de baja intensidad que van gradualmente en aumento. Sin embargo, algunas secuelas pueden dificultar este reinicio. Por eso hay que observar el comportamiento de la saturación de oxígeno, la ventilación y la frecuencia cardiaca.

Así lo advirtió el profesor Camilo Povea, conocido como el médico del deporte, en el Departamento de Medicina Interna de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

“Desde el Ministerio del Deporte venimos adelantando un proyecto que busca medir –a nivel funcional– la saturación de oxígeno en la sangre, la ventilación y la frecuencia cardíaca en algunos atletas, para evaluar su respuesta tras el paso de la enfermedad”, indicó Povea.

Algunos pacientes graves que han pasado por UCI desarrollan secuelas relacionadas con fibrosis pulmonar, pérdida de la capacidad respiratoria, arritmia cardiaca, miocarditis, alteraciones hepáticas, trombosis, problemas de circulación, deterioro muscular, dolor y pérdida de movilidad, entre otros.

Según un estudio de la Federación Italiana de Medicina y Deporte, se detectaron arritmias cardíacas en deportistas profesionales y de alto rendimiento. Estas fueron graves en el 8% de los casos, moderadas en el 16,7 % y leves en el 44,4%.

¿Es mejor no usar mascarilla mientras me ejercito?

En el deporte los volúmenes de aire aspirado son mucho mayores (cerca de 240 litros en un minuto), y los deportistas están habituados a ejercitarse sin mascarilla.

Al respecto, el profesor Povea señaló que “aunque hay controversia sobre el uso de tapabocas en el entorno deportivo, no existe ninguna evidencia científica acerca de que el uso de la mascarilla quirúrgica sea perjudicial para la salud, por lo que es recomendable usarla en cada nueva sesión de entrenamiento y cambiarla cuando se humedezca o se ensucie”.

Y añadió: “la mascarilla no afecta la prueba de esfuerzo máxima ni disminuye los parámetros cardiorrespiratorios, metabólicos y de rendimiento del deportista, aunque sí afecta los parámetros de confort, por lo que solo sería necesario un periodo de adaptación o reacondicionamiento”.

Sin embargo, también advirtió que la recuperación, tras experimentar secuelas, dependerá de cada atleta y su acondicionamiento, por lo que este es un factor individual e impredecible.

El doctor Povea finalizó afirmando que para deportistas y no deportistas, la actividad física es la mejor forma de evitar un destino perjudicial o fatal por COVID-19. “De acuerdo a un estudio publicado por científicos ingleses, las personas inactivas tienen cerca de 2,3 más probabilidades de fallecer por la infección”, manifestó.