Así afecta el trastorno por consumo de alcohol al cuerpo y la vida diaria

El trastorno por consumo de alcohol es una enfermedad crónica que altera el comportamiento, las emociones y la salud física. Se manifiesta con una necesidad compulsiva de beber, dificultad para detenerse y síntomas como irritabilidad y ansiedad cuando no se consume.

Este trastorno puede ser leve, moderado o severo, y con frecuencia es conocido como alcoholismo o dependencia. En Estados Unidos, al menos 18 millones de adultos lo padecen, y su diagnóstico depende de la presencia de síntomas persistentes en el tiempo.

Uno de los comportamientos asociados es el atracón de alcohol: ingerir grandes cantidades en poco tiempo. Para los hombres, esto ocurre al consumir cinco o más bebidas en pocas horas; para las mujeres, cuatro o más. Aunque no siempre implica un trastorno, sí aumenta el riesgo de desarrollarlo.

Las consecuencias del consumo excesivo incluyen enfermedades hepáticas, daño cerebral, aumento del riesgo de cáncer y trastornos mentales. También se incrementa la probabilidad de sufrir accidentes, cometer actos violentos o suicidarse.

El diagnóstico se basa en preguntas sobre hábitos y consecuencias del consumo. A mayor número de síntomas, más grave es el trastorno. Consultar a un profesional de salud es clave para el tratamiento, que puede incluir terapia, medicamentos y apoyo especializado.