Ahora el cuidado frente al COVID-19 es intergeneracional
La nueva fase del COVID-19 en Colombia -el aislamiento selectivo- presenta nuevas oportunidades para la vida social y económica, pero también plantea retos de compromiso y autocuidado que son responsabilidad de cada persona, sean niños, niñas, adolescentes, jóvenes o adultos mayores. Todos se deben cuidar, pero también proteger a los demás.
"Esta fase exige un compromiso consciente y responsable de todos, tanto a nivel individual como colectivo para sostener las medidas de bioseguridad y de cuidado mutuo para evitar los rebrotes", explicó Claudia Cuéllar, directora encargada de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social.
En el mismo sentido, añadió que la nueva medida del Gobierno Nacional se da como resultado de la tendencia a la disminución de los contagios y desenlaces fatales y luego de llegar a la meseta del primer brote. "La actual fase comprende el aislamiento selectivo de distanciamiento y responsabilidad individual. Es decir, ya no se realizará aislamiento por el riesgo, sino por la sospecha y confirmación del contagio", explicó.
Se reconoce que si bien las medidas tomadas para enfrentar la pandemia han sido estrictas en resguardo de la salud pública y la preservación de la vida, se han proyectado en términos de gradualidad y reconocimiento de los intereses, necesidades y condiciones poblacionales y territoriales, acorde con la dinámica epidemiológica y el desempeño social y cultural, dando autonomía local para acondicionar y adoptar las regulaciones específicas en cada ciudad.
Ahora las medidas de la nueva normalidad están basadas en los derechos y el desarrollo humano, reconociendo a todos: personas, familias y comunidades como sujetos de derechos. "Lo que implica reconocerlos desde sus potencialidades: capaces, responsables y libres, frente a lo cual el Estado tiene a su vez la responsabilidad de generar las condiciones y oportunidades para el ejercicio de sus libertades", dijo Cuéllar.
Sin embargo, esto no significa que el COVID-19 ha dejado de ser una amenaza real. Se insiste que las personas mayores de 70 años y aquellas personas con patologías crónicas, especialmente de tipo cardiovascular o con comorbilidades asociadas a factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, diabetes y problemas respiratorios crónicos, siguen siendo considerados de mayor vulnerabilidad para el contagio.
Decálogo del cuidado intergeneracional
- Sostengamos las medidas de bioseguridad: el virus sigue circulando, por lo que se invita a quedarse en casa dentro de las posibilidades y planear las salidas para asuntos estrictamente necesarios.
- Acompañemos y protejamos a los Adultos Mayores: reconocidos en sus derechos como personas libres y responsables, es compromiso de todos acompañar su proceso de vida y cuidado, destacando que su alta vulnerabilidad de contagio no implica encierro ni aislamiento emocional.
- Promovamos familias, grupos de vecinos y comunidades que se comunican, se solidarizan y se apoyan mutuamente: el distanciamiento físico no implica indiferencia ni apatía o discriminación. Esta situación de pandemia exige al máximo nuestra capacidad para acompañarnos, generar medidas de control social y apoyo.
- Privilegiemos en la familia y en la comunidad el cuidado de los adultos mayores, los niños y las niñas: considerando en ambos casos momentos del curso de vida significativos y emblemáticos para la vida y las generaciones, ellos requieren ser reconocidos, respetados y protegidos por todos.
- Asumamos un comportamiento consciente y responsable: cada una de las personas, teniendo presente sus condiciones de posibilidad, sus capacidades y limitaciones, así como su situación y las características de su entorno, debe asumir la responsabilidad que le corresponde al tomar la decisión de salir o no de su hogar.
- Fortalezcamos la formación de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes orientadas al cuidado.
a. Niños y niñas en primera infancia e infancia: reforzar de manera especial el distanciamiento con los adultos mayores, promoviendo formas distintas de comunicación y expresión del afecto.
b. Adolescentes: se deben concertar normas claras para las salidas y el relacionamiento con otros, teniendo siempre presente la responsabilidad de los contactos, especialmente con los adultos mayores.
c. Jóvenes: reforzar siempre la importancia del cuidado y respecto, en especial a los adultos mayores y su condición tanto de posibilidad como de vulnerabilidad, en este caso frente al contagio.
- Acompañemos y proporcionemos apoyo emocional a las personas Adultas Mayores: se deben estudiar las formas para garantizar el distanciamiento físico y el cuidado del entorno próximo para prevenir cualquier riesgo de contagio.
- Mantengámonos actualizados en la información y comunicaciones oficiales: estar atentos a las medidas que las autoridades puedan emitir, ya que es una realidad que debemos convivir con el covid-19 y es una tarea de todos estar atentos a los cambios que puedan presentarse a nivel epidemiológico o del comportamiento social.
- Apoyemos el mantenimiento de prácticas de cuidado: buscando fortalecer las relaciones significativas y positivas, así como estilos de vida saludables sosteniendo el cuidado personal, el sueño y alimentación, la actividad física, la recreación y el esparcimiento.
- Fortalezcamos el apoyo de las redes comunitarias, sociales y profesionales de la salud mental: para lo cual se puede contar con la información y orientación adecuada de las líneas telefónicas de apoyo social, mental y de salud en todos los casos.
"Nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos mayores constituyen nuestro mayor baluarte como sociedad, depende de todos cuidarnos y cuidarlos. Recordemos que el encuentro de las dos generaciones nos hace más humanos y nos recuerda el inicio y la proyección de la vida que aspiramos sea con calidad, muy humana y con posibilidades de desarrollo hasta el último minuto de la vida", concluyó, añadiendo que esta pandemia nos reta a actuar con sensatez, conciencia y compromiso.