Revelan irregularidades encontradas en el hospital del Líbano
La Superintendencia Nacional de Salud, Supersalud, entregó detalles de las más de las 31 irregularidades que se estaban registrando al interior del hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar y que sustentan la medida de intervención forzosa y la toma de posesión de la institución.
En el listado se relacionan deficiencias administrativas, presupuestales, de contratación, de reportes financieros y de inconsistencias y confiabilidad en la información entregada al ente de control.
Además, ordenó la separación del gerente José Jaime González y designó como agente especial interventora a Nelly Belén Arsuza Mendoza.
“Adoptamos esta medida de intervención dada la cantidad de falencias de índole administrativa, financiera, asistencial y jurídica en la gestión de este hospital, todas las cuales afectan la estabilidad financiera y ponen en riesgo la adecuada y oportuna prestación del servicio de salud a miles de usuarios del área de influencia de la región del Líbano”, aseguró el superintendente Nacional de Salud, Ulahí Beltrán López.
Riesgos financieros, administrativos y jurídicos
La Supersalud identificó que el Hospital evidencia inadecuada gestión gerencial por radicación inoportuna de la facturación por venta de servicios de salud, cuyo valor asciende a $13.955 millones.
De otro lado, no se ha implementado la metodología para la calificación de riesgo de los procesos judiciales y su correspondiente reconocimiento contable, lo cual genera un riesgo teniendo en cuenta la incertidumbre del pasivo contingente.
Asimismo, existiría incumplimiento en las normas vigentes en los aspectos contractuales y administrativos, desconociendo la obligación de contar con un manual de contratación, así como la inobservancia de las disposiciones legales en relación con la conformación y funcionamiento de su junta directiva.
Las otras irregularidades
Más de 123 días de espera para la atención. No garantiza la prestación de los servicios de salud de manera segura generando barreras de acceso.
Los tiempos de atención reducidos, además se aplica consulta espejo o asistida, como estrategia para atender la alta demanda de pacientes que es una práctica no reconocida por el Ministerio de Salud.
Fallas en los registros de atención del paciente y sobreocupación en el servicio de urgencias.
La auditoría de la Supersalud documentó un caso particular que demuestra la no garantía de acceso oportuno en otorrinolaringología. El Hospital antepuso el costo económico en que incurriría al trasladar un especialista a garantizar la prestación efectiva de los servicios de salud.
Deterioro en infraestructura. Se evidenciaron deficiencias por la pérdida de la continuidad de paredes y pinturas en el servicio de esterilización,debido a la humedad del lugar, situación que propicia la aparición deinfecciones asociadas a la atención en salud.