Más de 23.000 jóvenes están estudiando gratis en la UT este año

El rector de la Universidad del Tolima, Ómar Mejía, entregó un balance sobre los avances financieros y académicos que se han tenido en la institución. Asimismo, resaltó los índices de cobertura que se están obteniendo con el programa matrícula cero en el departamento.

Según datos entregados por el alma máter, en 2022 se destinaron $52.524 millones para esta iniciativa, recursos con los que se pudo beneficiar a 22.700 estudiantes, tanto de la modalidad presencial como a distancia.

El dinero provino del Ministerio de Educación, Gobierno Departamental, presupuesto propio, entre otras fuentes.

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— El lfato (@Elolfato) September 14, 2023

“En permanencia, nosotros hemos fortalecido las políticas y programas que nos permiten mantener a los estudiantes. Nosotros no nos hemos desbordado en los porcentajes de deserción que tendrían otras universidades. Tenemos el 12% de deserción que está por debajo de la media nacional”, explicó Mejía.

Agregó que el programa matrícula cero es una estrategia que desde el Gobierno Departamental está garantizada hasta 2026, lo que permite sumar esfuerzos con los recursos aportados por el Ministerio de Educación y tener un mayor alcance.

De la misma forma, explicó que para lograr un beneficio del 100% de jóvenes, la UT destina recursos propios para apoyar en la matrícula a los estratos cuatro, cinco y seis, que representan el 7% de los universitarios, también, a mayores de 28 años.

Se calcula que para la vigencia 2023, los beneficiarios aumentaron a 23.500 estudiantes. De esta cifra, 16.500 corresponden al Instituto de Educación a Distancia, Idead, y 7.000 a la modalidad presencial.

“El Gobierno central para el semestre A de 2023 apropió $16.500 millones y para el B $18.500 millones; aumentó la cobertura, y el Gobierno Departamental tiene apropiados $13.000 millones”, dijo Mario Ricardo López, vicerrector Administrativo y Financiero de la UT.

El rector agregó que desde el Sistema Universitario Estatal se le está apuntando a lograr una gratuidad de la educación superior, es decir, brindar las condiciones necesarias para que los estudiantes se mantengan en el sistema.

Discusión sobre reforma de Ley

De otra parte, Mejía añadió que desde el alma máter se está participando activamente en las discusiones de la reforma a la Ley 30.

Dicho régimen se relaciona con el financiamiento de las instituciones de educación superior y el aumento de la cobertura.

“La Ley 30 debe ser reformada en sus artículos 86 y 87 en lo que tiene que ver con los recursos para financiar todo el sistema de educación pública. Hemos hecho unos aportes en lo que tiene que ver con la calidad y el bienestar universitario”, acotó.