La Universidad del Tolima anuncia proceso de rediseño y modernización institucional

El rector de la Universidad del Tolima, Ómar Mejía, cumplió cinco años al frente de la institución. Por ello, le concedió una entrevista a EL OLFATO en la que habló sobre sus principales logros y los retos que hay para la alma máter de aquí en adelante. 

De acuerdo con el directivo, se viene todo un proceso de rediseño y modernización institucional, con el que se busca una adaptación rápida a las transformaciones que surgieron en medio de la emergencia sanitaria del COVID-19. 

Mejía indicó que se está aprovechando la experiencia y trayectoria de la modalidad a distancia y su equipo de mediaciones tecnológicas para implementar, con todas las herramientas necesarias, clases híbridas en la alma mater. 

En ese sentido, expresó que se están adecuando las aulas del plantel para que sean pertinentes y ajustadas a las demandas del siglo XXI y la 'postpandemia'.

EL OLFATO: ¿Rector, usted hoy cumple cinco años en la rectoría de la Universidad del Tolima, que balance podría hacer de su gestión?

Ómar Mejía: Considero que el balance es favorable, pues en el 2016 cuando el Consejo Superior Universitario me designó como rector encargado me delegó tres grandes compromisos: superar la crisis de gobernabilidad, lograr la recuperación financiera, pues la institución arrastraba un déficit de más de $24.000, y adelantar un proceso de rediseño y modernización institucional. Todas estas tareas, en lo que me compete, se cumplieron.

Una de las premisas en la agenda institucional ha sido una permanente rendición de cuentas, a través de diálogos directos con los estamentos universitarios, así como con las agremiaciones sindicales, lo cual ha aportado en la solución de aspectos que generaban inconformidad al interior de la institución.

Se realizaron los procesos democráticos para la elección de representantes ante el Consejo Académico y Superior, así como de todas las unidades académicas, se logró la reforma del Estatuto General y Profesoral, luego de ejercicios de participación de todos los estamentos universitarios y aunque sabemos que hay mucho por mejorar, es evidente que la comunicación y confianza entre los diferentes sectores universitarios al día de hoy ha incrementado significativamente, permitiendo que se agencien las diferencias a partir de mesas de trabajo y mejorando la gobernabilidad institucional. 

Con satisfacción del deber cumplido, en el año 2020 informamos a la ciudadanía en general, que la Universidad del Tolima había superado definitivamente el déficit presupuestal y obtuvo un superávit de más de mil millones de pesos, lo cual se logró gracias a un plan de saneamiento fiscal, enmarcado en los criterios de racionalización del gasto, congelación de planta y austeridad del gasto.

En cuanto al proceso de rediseño y modernización institucional, el Instituto de Prospectiva y Gestión del Conocimiento de la Universidad del Valle realizó un diagnóstico sobre la situación organizacional y diseñó los documentos que proyectan las rutas para la modernización y rediseño institucional. Dichos estudios ya fueron entregados al Consejo Superior Universitario para su análisis y aprobación.

Con relación al cumplimiento de los ejes misionales institucionales quiero destacar que, gracias a un plan estratégico de aseguramiento de la calidad, logramos mejorar en los factores que el Ministerio de Educación Nacional evalúa para acreditar de alta calidad a una institución, recibiendo este reconocimiento el 17 de julio de 2020. Un logro que corresponde a la unión de esfuerzos de toda la comunidad universitaria a lo largo de la historia de la UT.

Para no extenderme más quiero destacar algunos de los avances más representativos durante los años que llevamos direccionando la alma mater de los tolimenses.

En el eje de excelencia académica se logró una ampliación de la oferta académica teniendo actualmente 74 programas de pregrado y posgrado, asimismo ampliamos la cobertura del IDEAD, pues contamos con 23 CAT en nueve departamentos del país.

En el aspecto investigativo aumentamos el número de semilleros, grupos de investigación, laboratorios, número de especies descubiertas y se obtuvieron tres nuevas patentes. Estos logros permitieron que la UT se encuentre dentro de las 10 mejores universidades según el Ranking Scimago.

En cuanto a la modernización de la infraestructura física, destaco la remodelación de las instalaciones de la colección Zoológica, la entrega del Hospital Veterinario Bernardino Rodríguez Urrea, la emisora institucional, la prestadora de servicios de salud, el laboratorio de cafés especiales, las remodelaciones del coliseo cubierto y los escenarios deportivos de la María, el nuevo muro de escalar, la próxima entrega del primer parque interactivo de la región, entre otras obras que han mejorado la experiencia formativa y el bienestar de institucional.

En el aspecto de gestión quiero destacar el aumento de las transferencias departamentales a más de $8.000 millones y la exoneración del impuesto predial por 10 años a los predios de la UT en Ibagué, así como la donación de predios para la construcción de un CAT en Mariquita, el apalancamiento de recursos de regalías y las diferentes alianzas estratégicas que se han establecido con el Gobierno Departamental, que aportan en el desarrollo de la región.

Quizá uno de los mayores logros durante estos años fue la consecución de la matrícula gratuita para toda la comunidad académica de pregrado de la UT, lo cual nos acerca cada día más a la universidad que soñamos. 

E.O: ¿A qué le atribuye usted el haber logrado esos objetivos propuestos?

O.M: Le atribuyo cada logro a la disciplina, al trabajo en equipo y al amor por la Universidad del Tolima, pues los avances institucionales son multiescalares y multidimensionales, es decir que, si bien como rector estoy acompañado de un equipo directivo comprometido que visiona la gestión institucional, es la dedicación de cada profesor, estudiante y funcionario que cree en este proyecto educativo y social lo que los han hecho posibles.

Asimismo, el apoyo del Consejo Superior direccionando y adoptando las decisiones más favorables para la institución. También debo reconocer la labor de los entes de control que han estado vigilando nuestra gestión y a las instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales que han confiado en la UT para establecer alianzas estratégicas para el desarrollo institucional y de la región.

E.O: ¿Cuál es el secreto para trabajar con los sectores gubernamentales, sin dejar permear la universidad de la politiquería, ampliamente criticada en épocas anteriores?

O.M: Pienso que sería absurdo cerrarles la puerta a los sectores gubernamentales, empezando porque el gobernador es quien preside el Consejo Superior. Más que un secreto, es trabajar con responsabilidad, con decencia y con respeto por la autonomía universitaria, y siendo conscientes que es gracias al trabajo cooperativo que se logran los resultados. 

Aquí no se trata de ser de un color, de un partido y ser sectarios, sino de trabajar entre todos por la universidad pública de los tolimenses. Lógicamente nosotros hemos encontrado en el gobernador Orozco, así como encontramos en el exgobernador Barreto, personas conscientes y con suma voluntad de fortalecer la Universidad del Tolima, y es innegable que ese apoyo ha sido fundamental para el cumplimiento de los ejes misionales y proyección de la institución.

E.O: Rector, la pandemia ocasionó un cambio del cielo a la tierra en la vida de la humanidad. Muchas cosas cambiaron, entre ellas, la forma de estudiar y enseñar. ¿Considera que a la Universidad del Tolima le fue bien en ese aspecto?

O.M: Considero que nosotros como universidad hicimos un trabajo bastante valioso. Debo reconocer que el exvicerrector Enrique Alirio Ortiz nos apoyó de manera significativa en el diseño de los protocolos de bioseguridad y en la formulación del plan de bienestar y permanencia estudiantil, los cuales nos permitieron implementar acciones bastante interesantes que se han fortalecido con el liderazgo del actual vicerrector, Diego Polo.

Fuimos pioneros en la entrega de más de dos mil dispositivos electrónicos y paquetes de conectividad, llegamos hasta las casas de 300 estudiantes brindando ayudas alimentarias, con el apoyo de algunos aliados estratégicos y donaciones de la comunidad universitaria.

Asimismo, se vincularon a más de 156 estudiantes como monitores académicos y 125 como asistentes administrativos, quienes reciben mensualmente un incentivo del 30% del salario mínimo legal vigente que corresponde a $272.558, también se brindó apoyos económicos para residencias estudiantiles dirigidas a estudiantes que lo requirieron.

Todo esto se suma a las inscripciones gratuitas para pregrado y posgrado y al logro de conseguir la gratuidad académica para toda la comunidad estudiantil de pregrado, conformada por más de 24.000 estudiantes en nueve departamentos del país donde hacemos presencia. 

E.O: La pandemia generó cambios de paradigmas en la educación. ¿La UT hoy se encuentra preparada para llegar a una modalidad meramente virtual?

O.M: Desde que inició la pandemia entendimos que deberíamos adaptarnos rápidamente a las transformaciones que se empezaron a gestar, sin embargo, debemos ser muy responsables a la hora de hablar de virtualidad total, pues ya hemos analizado los requerimientos que implica.

Puedo decir que estamos avanzando en el diseño de programas netamente virtuales, aprovechando la experiencia y trayectoria de la modalidad a distancia y su equipo de mediaciones tecnológicas. Actualmente ya se están construyendo las Especializaciones virtuales en Ambientes y Recursos Digitales para la educación y en Asistencia Técnica Integral de Cultivos Semestrales.

Como venía diciendo, la coyuntura mundial nos motivó a acelerar la implementación del proyecto de modernización de infraestructura física que veníamos adelantando con la segunda fase de entrega de equipos de cómputo a las unidades académicas y salas de sistema con las que se han adquirido 342 equipos, el desarrollo de softwares que permiten hacer más eficientes los procesos administrativos, la ejecución del proyecto de bloque de aulas interactivas, entre otras acciones encaminadas a mejorar este aspecto y a las que su suman las acciones ejecutadas en el marco de la pandemia como la adquisición de 1200 salas cisco Webex con herramientas especiales para la orientación de actividades académicas y articulada con la plataforma TuAula, la adquisición de una red de internet de alta velocidad con RENATA, acompañada del cambio de la fibra óptica para aumentar la velocidad del internet.

De igual forma, se cambiaron todas las antenas de emisión de señal en el bloque 33 y se instalaron antenas en el bloque 32,  se realizó la adquisición de un servidor de base de datos para soportar los servicios de la plataforma academusoft. 

De esta manera superamos en más de un 90% las quejas en periodo de matrículas y estamos avanzando en la modernización de las aulas del bloque 33, en el sentido de que cuenten con los equipos necesarios para brindar clases en modalidades de estudio híbridas y se está trabajando para que algunas aulas de los bloques 16 y 17 también sean modernizadas.

Todas estas acciones nos acercan cada vez más a la experiencia que como universidad deberíamos brindarle a la comunidad estudiantil, para que aumente cada vez más la calidad de los procesos de enseñanza - aprendizaje en la UT. Debemos apostarle a la consolidación de la universidad que soñamos, pertinente y ajustada a las demandas del siglo XXI y la post pandemia.

E.O: Rector, otro de los temas que inciden en el país y especialmente a las universidades públicas son las movilizaciones sociales. ¿Cuál ha sido la posición de la Universidad del Tolima en el marco de esas coyunturas?

O.M: Como dirección universitaria ratificamos nuestra posición garante del derecho a la protesta y los derechos humanos, los cuales se han materializado a partir de acciones institucionales concretas, como el ofrecimiento y apertura de nuestro campus principal, el cual goza de ser un territorio de paz donde pueden confluir diferentes actores y disertaciones.

Un ejemplo de ello es el recibimiento de la Minga Indígena durante más de dos semanas, la disposición de las instalaciones para la realización de mesas de trabajo de integrantes del comité del paro, espacios de diálogo convocados por la Gobernación y la Alcaldía Municipal e incluso por congresistas, entre otros encuentros que se han propiciado de manera pacífica en la UT.

A estas acciones, se suma el acompañamiento permanente de la Vicerrectoría de Desarrollo Humano, tejiendo lazos de confianza entre las diversas organizaciones del comité del paro y defensores de derechos humanos. 

Igualmente, el respaldo que la coordinación del Centro de Conciliación y Consultorio Jurídico a cargo de la Profesora Inés Yohanna Pinzón y su equipo de asesores, ha brindado en todo lo relacionado con la asesoría jurídica de quienes lo han requerido en el marco de la protesta social.

Por otro lado, hemos propiciando reflexiones profundas y trabajo con la comunidad, la emisora institucional también ha estado al servicio de difusión de foros desde donde se analiza la situación actual.

E.O: Su administración se ha enfocado en el último tiempo en las remodelaciones e inversiones de infraestructura física. ¿Qué se viene para la UT en términos de obras físicas?

O.M: Como venía diciendo, debemos trabajar en la consolidación de la universidad del siglo XXI y desde luego adaptarnos a la post pandemia. En esa ruta, proyectamos la ejecución del programa de ordenación y proyección del campus universitario, priorizando los proyectos de construcción de un bloque de aulas interactivas, bulevar universitario, remodelación del Jardín Botánico, construcción de una nueva entrada principal, adecuación del auditorio de la sede centro.

A estas acciones se suma la adecuación de los salones a las exigencias de las clases en alternancia y la adquisición de equipos de bioseguridad acordes al flujo de personas que transitan por la universidad y las mejoras en materia de infraestructura tecnológica que mencioné anteriormente tanto para presencial, como para distancia.

La idea es que en el momento en que nuestros profesores y estudiantes regresen, encuentren un campus en el que se sientan a gusto, con mejores condiciones para enseñar y aprender.

Para finalizar, pero no menos importante, estamos trabajando en un programa de apropiación y resignificación del campus, a partir de murales pintados por estudiantes del programa de artes plásticas y visuales en una primera fase, pues incluiremos a estudiantes de la Licenciatura en Educación Artística del IDEAD, quienes reciben un incentivo como monitores por su labor y desde luego se dan todos los materiales requeridos.

Puedo decir con toda seguridad que la comunidad universitaria a su regreso encontrará una universidad más amable y confortable.

E.O: Para finalizar, ¿qué mensaje le envía usted hoy a la comunidad universiraria?

O.M: Nos falta mucho por mejorar, pero tenemos la tranquilidad de administrar correctamente los recursos institucionales y orientar cada inversión a la satisfacción de las necesidades de nuestra comunidad. Hemos escuchado a todos los estamentos en cada decisión tomada y lo seguiremos haciendo con las que nos falten.

La comunidad universitaria sabe que esta rectoría es de puertas abiertas, que recorro el campus y las oficinas con mucha frecuencia, para ver que las cosas marchen bien. Las personas tienen mi número de teléfono, mis redes sociales, y un equipo detrás siempre pendiente a escuchar y a solucionar las inquietudes.

Hemos trabajado con mucha responsabilidad y esa es la tranquilidad que tengo, no solo como rector, sino como profesor de planta. Ese es el mejor ejemplo que puedo darle a mis hijos: hacer las cosas bien, para que el día que deje de ser rector, pueda caminar con la satisfacción del deber cumplido y con la convicción de haber aportado en la construcción de la Universidad del Tolima que soñamos y nos merecemos.