La travesía de los vacunadores contra el COVID-19 para llegar a zonas rurales de Ataco
En moto, mula o a pie llegan las vacunas de Sinovac contra el COVID-19 a las veredas más alejadas del casco urbano de Ataco.
Desde las 5:00 de la mañana, Jeison Lugo alista su abrigo e impermeable y se monta en su motocicleta rumbo al Hospital Nuestra Señora de Lourdes.
Allí, espera a una de sus compañeras auxiliares de enfermería para transportarla hacia una de las 107 veredas del municipio.
Jeison se desempeña como auxiliar administrativo del centro asistencial, pero debido al inicio de vacunación contra el COVID-19, el hombre es el conductor de sus compañeras en esta travesía de llevar las vacunas contra el virus a los adultos mayores de Ataco.
Luego de recoger a la enfermera, quien lleva el equipo vacunador, se suben en su motocicleta e inician su camino.
“Hacemos una parada para tomar tinto para el frío”, narra el hombre que dura más de 10 horas conduciendo su vehículo.
Sin embargo, la precariedad de las vías hace que en algunas partes su compañera deba bajarse de la moto y caminar mientras él cruza dicho tramo.
En uno de sus días de trabajo hacia la vereda San Pedro, una de las llantas de su moto se pinchó y una mujer de la vereda decidió salir y ayudarlo con la despinchada.
También, deben subirse en mula o caballo para poder acceder a algunos tramos difíciles.
No obstante, el sacrificio es recompensado cuando arriban a las veredas y los habitantes los reciben amablemente y se dejan aplicar el biológico.
Sin embargo, a veces el esfuerzo no vale la pena, porque algunos adultos mayores se niegan a dejarse realizar este proceso.
Frecia Rubio, jefe de enfermería del Hospital, manifestó que hasta la fecha tienen 15 personas que no han aceptado las vacunas y en ocasiones al arribar a los sitios, los adultos mayores ya no viven en la vereda.
“Tenemos mucha incongruencia con la base de datos que nos han enviado, pero las autoridades de salud ya tienen conocimiento de esto”, anotó la jefe.
A pesar de esto, para ella es “motivante ver cómo día a día existe el compromiso por parte de nuestro personal asistencial y administrativo, quienes al terminar la noche regresan con satisfacción de ver la alegría y agradecimientos de las personas que fueron vacunadas”, finalizó.