
Familia dio el último adiós a joven recolector de café desaparecido hace 25 años
Esta es una de las muchas historias de familias tolimenses víctimas de la violencia en el país.

Escrito por: Redacción Región
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La incansable búsqueda de una familia en Ataco por encontrar a uno de sus hijos terminó. Luego de 25 años, al fin pudieron darle el último adiós.
Su desaparición se dio el 11 de marzo de 1999, después de una larga jornada laboral, cuando Roberto, como será llamado el protagonista de esta historia, se disponía a tramitar su cédula en ese municipio, donde se vivía la incertidumbre y la zozobra por el control que ejercían los grupos guerrilleros.
El joven fue vilmente asesinado mientras caminaba hacia el municipio, pues, según algunas investigaciones, le habían pedido documentos y, al no tenerlos, sintieron desconfianza.
Su cuerpo fue hallado por la comunidad y enterrado en el mismo lugar, debido a las dificultades para transportarlo hacia un cementerio cercano.
Desde ese momento inició una búsqueda desesperada por encontrarlo. Su hermano Miguel fue el primero en hacerlo. Siguió la misma ruta que había hecho Roberto y, pese a que estuvo a pocos metros de encontrar el cuerpo, tuvo que desistir por miedo a ser asesinado.
“Como familia campesina es muy duro saber dónde está y no poder hacer nada. Llegamos a la conclusión de cerrar este capítulo. Es importante insistir y buscar el apoyo de entidades que quieran ayudar a familias que, como nosotros, viven la misma situación”, señaló.
Su cuerpo fue recuperado en 2023 por el equipo forense de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, y entregado recientemente por la entidad a sus padres y hermanos, quienes pudieron darle su último adiós.
“Realizamos dos recorridos de localización con aportantes al posible lugar de enterramiento, lo que nos permitió avanzar en la recuperación del cuerpo en el área indicada, la cual contaba como referencia con un alambre de púas que años atrás había sido puesto por su padre, cuando fue por primera vez a buscar a su hijo”, explicó Claudia Angélica Beltrán, investigadora de la UBPD Tolima.
Su padre, un minero artesanal de 78 años, recordó algunos momentos que pasó junto a su hijo y, entre lágrimas, por fin pudo darle una despedida.
“Aún recuerdo cuando llegaba del trabajo y se sentaba en mis piernas y se ponía a jugar conmigo. Con darle sepultura a su cuerpo, mi corazón descansa”, concluyó.