'Fábrica de Licores del Tolima necesita estrategias novedosas': exgerente Manrique
La crisis por la que atraviesa la Fábrica de Licores del Tolima (FLT) hizo recordar a los tolimenses lo vivido en 2013, cuando la entidad pasó por una ley de reestructuración económica y las ventas estuvieron en manos de un distribuidor con el que se terminó enfrentando un pleito ante un Tribunal de Arbitramento. (Ver más: Orozco habría pedido ocultar la crisis en la que dejó la Fábrica de Licores del Tolima)
Blanca Amanda Manrique Bocanegra, quien fue gerente de la FLT entre el 2013 y 2015, afirmó que fueron varios los frentes que tuvo que atender de manera simultánea y cree que lo que requiere esa empresa son novedosas estrategias de mercadeo y ventas.
“Debe enfocarse en eventos que garanticen consumo con rentabilidad. Si se hacen inversiones y se ponen metas de ventas en botellas, con seguridad se va a tener rentabilidad, porque, de lo contrario, es botar la plata”, aseguró.
Crisis y ley de quiebras
La exgerente contó que en 2013 recibió una empresa “con un área financiera totalmente endeudada y acuerdos de reestructuración de pasivos por lo que empezamos a clasificar a los acreedores para salir de esos acuerdos que nos generaban altos costos.
"Fuimos trazando estrategias para ir saliendo de las deudas con cada cliente”, explicó Manrique Bocanegra y agregó que, en ese entonces, estaban en marcha 45 procesos jurídicos, de los cuales 18 tuvieron un resultado a favor y el restante quedaron en riesgo moderado.
La exgerente dijo que en ese entonces la fábrica la recibió el ex gobernador, Luis Carlos Delgado Peñón, de manos de su antecesor Óscar Barreto Quiroga, quien tenía como distribuidor al Consorcio Tolima “que estaba incumpliéndole a la fábrica en ventas por 900.000 unidades y como era un distribuidor con exclusividad, era muy difícil solucionar rápidamente el problema”. (Ver más: ¿Una pensión con sabor a Aguardiente Antioqueño?)
Una salida fue recurrir al Tribunal de Arbitramento, aunque fue un riesgo alto y se tenían pocas opciones de ganar, la recolección de pruebas permitió que la FLT sumara a su patrimonio más de $7.000 millones.
Además de ello, a través de un proyecto que fue financiado con recursos de regalías, se logró modernizar la línea de producción lo que llevó a obtener el certificado de Buenas Prácticas de Manufactura.
“También se le dejó (al gobierno de Óscar Barreto que llegó en 2016) todas las nuevas presentaciones del licor y se pagaron los moldes a Peldar, así como los permisos que se tienen que solicitar a Invima para sacar las botellas al mercado”, precisó la exgerente.
Agregó, que en 2015 entregó una empresa saludable financieramente pues quedó al día con los trabajadores ya que dejamos "una utilidad de $200 millones y se recuperó el mercado en un 60% en el Tolima”. (Ver más: Ventas del Tapa Roja estarían por el suelo, según diputado Beltrán)
Sobre la actual crisis, Manrique Bocanegra comentó que “he escuchado que la empresa está en déficit, pero, considero que si una empresa tiene la parte comercial fortalecida, puede salir adelante”.
La clave de los distribuidores
Manrique Bocanegra dijo que durante su gerencia contó con distribuidores como las empresas DSierra, Mercacentro y Distrilicores.
Señaló que es indispensable contar con empresas que tengan músculo financiero, infraestructura en todo el departamento y compromiso con la marca.
“En este momento de crisis uno no puede tener un distribuidor nuevo que llegue a conocer el mercado, a mirar quiénes son los clientes y cómo es el comportamiento en ventas, porque eso es perder el tiempo. El distribuidor debe ser una empresa o gente que ya conozca la marca para que las ventas crezcan, sean ágiles y lleguen las utilidades”, señaló la exgerente.
A la pregunta de qué pudo haber pasado desde el 2016 en adelante, opinó que “como empresa industrial y comercial del Estado se debe manejar como una industria del sector privado, y que las inversiones garanticen rentabilidad"”.