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Cartel de la salud II: un negocio de $78.000 millones que se cayó

La historia del contrato del Hospital San Juan Bautista de Chaparral que Ricardo Orozco le adjudicó a quien sería su viejo amigo: Olaguer Agudelo, el mismo contratista del puente de la calle 60.
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Autor: Luis Eduardo González R.
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Luis Eduardo González R.
Cartel de la salud II: un negocio de $78.000 millones que se cayó

El cuestionado ingeniero Olaguer Agudelo Prieto, protagonista de la fallida construcción del puente elevado de la calle 60 de Ibagué, sería uno de los beneficiarios del presunto cartel de la salud del Tolima que lideraría el exgobernador Ricardo Orozco, según la denuncia pública que hizo el exalcalde de Ibagué Andrés Hurtado. (Ver más: Cartel de la salud I: hospitales del Tolima, un negocio familiar)

Dicho cartel tendría entre sus fuentes de financiación la construcción y remodelación de la red hospitalaria pública del Tolima y Olaguer Agudelo Prieto fue pieza clave del entramado contractual que se montó desde la Administración Departamental.

Tanto en el mundo de la construcción como en los círculos más altos de la política del Tolima aseguran que el contratista Agudelo Prieto y el exgobernador del Tolima tendrían negocios personales y, algunos de sus encuentros privados, los sostuvieron en el mismo despacho del mandatario, ubicado en el décimo piso de la sede de gobierno departamental, como lo reveló EL OLFATO en septiembre de 2023.  (Ver más: ¿El contratista Olaguer Agudelo se reunió en secreto con el gobernador Orozco?)

Lo que sí se puede demostrar plenamente es que Orozco le entregó a Olaguer la construcción de los hospitales públicos de Rioblanco y Chaparral, en sospechosos procesos licitatorios, por casi $90.000 millones. (Ver más: Sigue creciendo la lista de obras de cuestionado contratista en el Tolima)

Hoy por hoy, ambos proyectos están empantanados. En Rioblanco demolieron el antiguo hospital María Inmaculada, hubo unos movimientos de tierra y nada más. No obstante, el contrato se legalizó y está vigente. (Ver más: Contratista del puente de la 60 también estaría incumpliendo obras en Rioblanco y Chaparral)

Pero en el caso de Chaparral se teje toda una novela de misterio que tendrían que descifrar los investigadores del CTI de la Fiscalía que le siguen las pisadas a Olaguer Agudelo. (Ver más: CTI adelantó inspección a la Alcaldía de Ibagué por puente de la 60)

¿Licitación ‘chaleco’ y ajustada a las necesidades del contratista?

El exgobernador Ricardo Orozco montó una licitación para la construcción del nuevo hospital San Juan Bautista de Chaparral, cuyo presupuesto fue de $78.019.611.289, y el plazo de ejecución del proyecto era de dos años, contados a partir de la legalización del contrato.

Por casualidades del destino, en este proceso solo se presentó un oferente. ¿La razón? En la ingeniería local se sabe, desde antes que se monten los pliegos de condiciones, para quién va el negocio. Por eso casi siempre se presenta un solo interesado.

El favorecido era el Consorcio Hospitalario 2023, integrado por la empresa Miroal Ingeniería S.A.S., con un 33% de participación; GP Caribe S.A.S, con el 34%, y Olaguer Agudelo Prieto con el 33%, quien, a su vez, era el representante legal.

Como Agudelo no contaba con la experiencia ni mucho menos con el dinero, buscó a unos socios costeños, al parecer, para que le “prestaran” sus estados financieros y el resto de requisitos que exigía la dudosa licitación que montaron en la Secretaría de Salud Departamental.

“Pasó como en el contrato de la 60. Olaguer va y busca por fuera la gente que tenga la experiencia y el músculo financiero para ganarse las licitaciones que están amañadas, después de eso él pone la cara porque está en la región y termina quedando mal porque anda muy mal económicamente. Los bancos no le prestan y con ese escándalo del allanamiento ni pólizas le venden”, dijo un contratista que conoce bien a Olaguer y al exgobernador Orozco, pero que pidió mantener su nombre bajo reserva.

Él sostiene que Ricardo Orozco y Olaguer Agudelo son viejos amigos y que se conocen desde antes del año 2020, cuando el primero se posesionó como Gobernador del Tolima.

“Ellos son amigo de vieja data. Hasta le aportó dinero para la campaña, pero por debajo de cuerda. Por eso le soltaron esos contratos. Uno no entiende cómo se metía con dos obras tan grandes (los hospitales de Rioblanco y Chaparral) si estaba embalado con el contrato de la 60, uno en Girardot y otro en el Huila. Acá lo que dicen es que Orozco le lanzó dos salvavidas, pero se les cayó el negocio”, explicó la misma fuente.

EL OLFATO consultó el listado de aportantes a la campaña de Ricardo Orozco, pero en el documento presentando al Consejo Nacional Electoral (CNE) no aparecen aportes ni de Olaguer Agudelo ni de su familia.

Como dato curioso sí están los nombres de muchos contratistas y colaboradores del exmandatario. Algunos de ellos no tendrían la capacidad económica y se desconocía que fueran aportantes para campañas electorales. (Ver: Documento del CNE)

“Te lo agradezco, pero no”

El contrato que le adjudicó Ricardo Orozco a Olaguer Agudelo se publicó en el portal de contratación del Estado en agosto del año pasado, pero el contratista lo rechazó, es decir: no lo aceptó.

La negativa tenía una explicación. Quería un millonario anticipo y así se lo habría hecho saber al exgobernador. 

Fue entonces cuando la secretaría de Salud del Tolima modificó la minuta del contrato, autorizó un anticipo del 25 %, unos $19.500 millones, y se publicó nuevamente en la plataforma de contratación del Estado (Secop II). (Ver más: El millonario 'favorcito' del exgobernador Orozco al contratista incumplido Olaguer Agudelo Prieto)

Pese al ‘favor’ que le hizo el gobierno departamental saliente, Agudelo y sus socios no aceptaron el contrato, al parecer, por sus líos financieros y la insolvencia que se había detectado en el proyecto del puente elevado de la calle 60.

Así terminó el año y en las primeras semanas de la administración de la gobernadora Adriana Matiz detectó el sospechoso proceso contractual del nuevo hospital de Chaparral, y la secretaria de Salud del Tolima, Katherine Rengifo, ordenó rechazar esa minuta de contrato.

El pasado mes de febrero se publicó de nuevo en el Secop II, pero como estaba originalmente: sin anticipo. (Ver más: Cuestionado contratista del nuevo hospital de Chaparral renunció a anticipo)

Olaguer aceptó, pero hasta la fecha no ha legalizado el contrato, presuntamente, porque no tiene dinero para comprar las estampillas. Se estima que tiene que cancelar unos $4.000 millones y su situación financiera no es la mejor.

La Secretaría de Salud Departamental ha enviado dos oficios dirigidos al señor Olaguer Agudelo Prieto, en los que le solicita constituir las pólizas y cancelar las estampillas del contrato 0149 del 2 de febrero de 2024.

El contratista y sus socios guardan silencio. La Gobernación del Tolima aseguró que garantizará el debido proceso e impondrá las sanciones del caso, según lo establecido en el manual de contratación de la Administración Departamental. Incluso, se podría declarar el incumplimiento del mismo. 

EL OLFATO buscó al contratista Olaguer Agudelo Prieto y al exgobernador Ricardo Orozco para que entregaran sus versiones de estos hechos, pero los dos no respondieron los mensajes que se les dejaron en sus líneas de WhatsApp.

   

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