Nueva alternativa saludable: galletas de harina de amaranto
La harina de amaranto, un pseudocereal de la familia de la quinua, sería una alternativa de alimentación saludable, según explican los nutricionistas.
De acuerdo con la nutricionista Claudia Constanza Cabeza Zabala, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad Nacional de Colombia, esta aporta mayor cantidad de proteína y fibra a productos de panadería como galletas cracker y otros alimentos.
Del mismo modo, indicó que este producto está típicamente ligado a las poblaciones indígenas, por lo que también aporta a la búsqueda de alternativas de diversificación.
Así pues, en el estudio realizado por la nutricionista, evaluó el comportamiento de la adición de harina de amaranto en las masas de harina de trigo como ingrediente en producción de galletas tipo cracker.
“En la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de 2015, se encontró que la población colombiana no alcanza a cubrir la recomendación de consumo diario de fibra, que es de 25 gramos, a pesar de que esta se encuentra fácilmente en frutas, verduras y alimentos que se venden en supermercados y tiendas”, refirió.
Proceso experimental:
Asimismo, la investigadora trabajó con harina de amaranto preparada, obtenida de moler el grano entero.
Adicionalmente, hizo una caracterización y análisis químico de grasa, niveles de proteína, fibra y carbohidratos, entre otros, al tiempo que evaluó los movimientos de la masa.
Por otro lado, para productos de panadería los investigadores analizaron el índice de absorción de agua y la capacidad de retención de esta, ya que este factor ayuda a saber cómo se comportará la masa durante el horneado y producto terminado.
“En efecto, la inclusión de inulina aumentaba la cantidad de agua que se retenía en la masa, lo que era positivo para los panes pero no tanto para las galletas. Sin embargo, encontramos que la mezcla con mayor cantidad de inulina y harina de amaranto era la más favorable para desarrollar galletas cracker”, explicaron.
También, indicaron que esta harina mezclada con la inulina mejora mucho el color de las galletas, dejándolas más doradas y haciéndolas más atractivas para los consumidores.
Por último, un grupo de personas que evaluaron las galletas dijeron que nunca habían consumido la harina de amaranto, y aún así, se logró una aceptación del 60 %.
“Esto es muy bueno, no solo por ser una harina poco consumida, sino porque además tiene su sabor característico, que resulta benéfico en una adición en las galletas”, concluyeron.
*Con información de Unimedios.